Así fue la historia de amor del príncipe Felipe de Edimburgo y la reina Isabel II
La pareja se mantuvo unida por más de 73 años, convirtiéndose en la unión más longeva de la realeza británica.
Este viernes, a los 99 años, falleció el príncipe Felipe de Edimburgo, quien acompañó durante más de siete décadas a la reina Isabel II de Inglaterra.
Como bien sabemos, la unión más longeva del Reino Unido tuvo altos y bajos, sin embargo, el amor entre ambos fue más fuerte, logrando mantenerse unidos por durante 73 años.
Pero, ¿Cómo nació esta larga historia de amor? Según medios internacionales, el romance entre ambos comenzó cuando la reina Isabel II tenía apenas 13 años, cuando un joven apuesto y rubio logró conquistar su corazón.
Luego, cuando se casaron en 1947, la atención del Reino Unido aún no estaba puesta en la joven, sino que estaba puesta en su padre, Jorge VI, quien falleció en 1952.
Fue ahí que Elizabeth II ascendió inmediatamente al trono y también cuando las cosas en su matrimonio con el príncipe Felipe comenzaron a cambiar, debido a la atención mediática que tenían sobre ellos.
Primeros encuentros
Si bien él tenía ascendencia noble como su mujer, su familia huyó de Grecia cuando su tío, el rey Constantino I de Grecia, fue obligado a abdicar. A raíz de estos problemas familiares, él, antes de conocer a la reina Elizabeth, se unió a la Marina Real Británica.
La primera vez que ambos cruzaron las miradas fue en 1934, cuando él aún era el príncipe Philip de Grecia y Dinamarca. Su segundo encuentro, en tanto, fue en una reunión en el Britannia Royal Naval College, donde Isabel quedó locamente enamorada de él con tan solo 13 años.
El diario El Mundo contó que en ese entonces Felipe, de 19 años, «era muy rubio, alto, atlético, e Isabel se enamoró instantáneamente, como confirmó después al biógrafo oficial de su padre».
Luego de ese primer flechazo, ambos se comunicaron a través de cartas durante la Segunda Guerra Mundial, mientras él servía en la Marina Británica. Y, como el amor de la reina era más grande, ella lo esperó hasta que regresó en 1946.
Inmediatamente, el rey Jorge VI les dio el visto bueno y la pareja contrajo matrimonio. Sin embargo, el duque de Edimburgo no fue aceptado tan fácilmente por la corona, ya que él exilio de su familia había provocado que quedaran sin tierras y sin fortuna.
Ya casados, y con ella al poder del Reino Unido, la pareja tuvo a cuatro hijos: Carlos, Ana, Andrés y Eduardo.
Rumores de infidelidad
Cabe mencionar que no todo fue color de rosas, pues en su aniversario número 50, Philip resaltó la gran tolerancia que tuvo su esposa con él, sobre todo por los supuestos rumores de infidelidad de parte de él.
Como estos nunca se confirmaron, el matrimonio logró mantenerse unido por casi 74 años.
