Sex Education 4: el cierre maduro de una serie que revolucionó la pantalla
Con la diversidad como columna vertebral, la serie retoma su clásico humor, y da cierre a las aventuras de Otis Milburn y sus amigos.
El final de Sex Education ya está aquí. La exitosa serie original de Netflix estrenó este jueves su cuarta y última parte, que da fin a la particular historia de Otis Milburn (Asa Butterfield), el joven terapeuta sexual que revolucionó al streaming.
Si hay una palabra que encapsula en su total este final, es madurez. Si bien la producción está centrada en las locas aventuras y descubrimientos personales de un grupo de adolescentes del Reino Unido, esta cuarta etapa demuestra que los años han pasado y que los aprendizajes han decantado.
Nuevos desafíos
Si bien la historia de la última temporada de Sex Education gira en torno a Otis, quien junto a su fiel amigo Eric Effiong (Ncuti Gatwa) deben acomodarse a una nueva escuela: Cavendish College.
Ahí los jóvenes no solo deberán enfrentar los desafíos de un nuevo colegio, sino que los de poner aprueba su relación de amistad. Mismo camino que el protagonista recorre junto a Maeve Wiley (Emma Mackey), con quien sostiene una relación a larga distancia desde Estados Unidos.
Estos caminos son la perfecta muestra de la madurez que trae Sex Education, ya que los ahora jóvenes de 17 años tendrán la tarea definir si continúan juntos o separan aguas para siempre.
La perdida y la diversidad
Esto último trae a la mesa otra elemento importante del final de la serie, la perdida. Concepto que va más allá de la muerte, que sí, está presente en esta cuarta temporada, si no que en todo el sentido de la palabra.
Fin de relaciones, perdida de identidad y adiós para siempre marcan a gran parte de los personajes, incluyendo aquellos secundarios, algunos, como Jackson Marchetti ( Kedar Williams-Stirling), deportista nato que deberá enfrentar una dura realidad que lo hará decir a adiós a gran parte de su historia personal.
Pero que sería de Sex Education sin la diversidad, columna vertebral de la serie, que en esta oportunidad va más allá, no solo normalizando las diversas expresiones de género existentes, así como las identidades sexuales parte de la comunidad LGTBIA+, sino que todo tipo de realidades: desde la vida de una madre sobre los 40 que lidia con volver al mundo laboral, pasando por la transición sexual y casos de ansiedad performativa, hasta los problemas que enfrentan una persona en situación de discapacidad que no puede asistir a clases por falta de un ascensor.
Este popurrí de personajes, historias y temas de conversación importantísimos para el siglo XXI hacen de Sex Education 4 un cierre maduro, sin olvidar el humor que caracteriza a la producción, en donde la diversidad y la representación se convierte en EL personaje central de la serie.
