Director de un “Un lugar llamado Dignidad»: «Puede ayudar a la reflexión sobre los hechos que marcaron al país”
Ciudadano ADN conversó el director del filme, Matías Rojas y la actriz integrante del elenco, Amalia Kassai, quienes contaron las motivaciones detrás de la cinta.

“Un lugar llamado Dignidad" en Ciudadano ADN
25:03
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En el Ciudadano ADN hablamos de la película «Un lugar llamado Dignidad«, inspirada en los hechos ocurridos en la Colonia Dignidad, que se instaló en el sur de Chile a mediados de los 60’, liderada por Paul Schäfer, en donde se llevaron a cabo torturas, abusos y agresiones a los adultos, jóvenes y niños, durante más de 30 años.
Es por lo anterior, que conversamos con el director del filme, Matías Rojas y la actriz integrante del elenco, Amalia Kassai, quienes contaron las motivaciones detrás de la cinta.
En esa línea, el cineasta sostuvo que la idea de esta película «partió hace muchos años, en 1996 cuando tenía 12 años y fui con mi familia al casino familiar de Bulnes, que era el restaurante que Colonia Dignidad tenía abierto al público chileno y estando ahí me di cuenta de algo que llamó profundamente mi atención, que era la mirada de estos colonos, el mundo hermético«.
«Al año siguiente de esto, fue el escape de Tobías Müller y Salo Luna y empecé interesarme aún más y dije: ‘algún día después de estudiar cine me quiero adentrar en esto desde un punto cinematográfico’ y eso ocurrió en el 2014 cuando comencé la investigación de lo que iba ser «Un lugar llamado Dignidad«, detalló.
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Una herramienta de reflexión
En base a lo anterior, Rojas expresó que lo que lo llevó a dirigir esta cinta, fue su interés por la ficción, la cual usa como “herramienta de reflexión”, con el fin de “plantear las historias desde un punto de vista distinto”.
“Sabía que había mucha información sobre Colonia Dignidad, pero me interesa expresar la atmósfera, la sensación de opresión constante, de vigilancia, cosas que conformaron esto que se transformó en un Estado dentro de un Estado por 40 años«, añadió.
Es por esto, que el director precisó que escogieron «el punto de vista de un niño, para así plantearle al espectador que lo acompañará y descubrieran con él este mundo y fuera un punto de vista testigo constante”.
Por su parte, Amalia expuso la importancia de plasmar su personaje, Gisela, en la cinta. «Estaba esa imagen al exterior que era como una especie de sociedad benefactora del lugar, yo no dudo que a muchos campesino de la zona los hayan ayudado, pero a tantos otros no y mi personaje, es una enfermera que tiene contacto con el exterior y que habita las polaridades. Ella es opresora y es oprimida, es bien dicotómico”
En cuanto a la preparación de este rol, la actriz dijo: “Yo había tenido que trabajar en otros proyectos relacionados con colonia y digo fortuna, porque cuando empezamos a trabajar con Matías, ya venía cargada de una mochila de información y compartimos mucha de esas informaciones”.
La mirada alemana
Tocando una tecla similar, el director de Un lugar llamado Dignidad, se refirió a la relación con el elenco de actores alemanes que participan en la cinta, quienes viajaron hasta Villa Baviera para filmar la película y expresó que el trabajo “partió mucho años antes de la filmación, en específico con Hanns Zischler, quien interpreta al Tío Paul, basado en Paul Schäfer”.
“(Zischler) tenía una visión muy crítica de la colonia pero también le despertaba interés venir a Chile, filmar la película y conocer a los sobrevivientes de Colonia Dignidad. Cuando estuvimos en Villa Baviera, él me dice que fue súper fuerte porque escuchó hablar un alemán distinto y vio lo que ocurrió a través de ellos y es súper fuerte”, complementó.
Esto, ya que como explicó Rojas “Hasta el día de hoy excolonos que lograron escapar, tiene un fuerte dolor, una cicatriz que no se cierra, por una parte porque el Estado chileno no se ha acercado a pedirles perdón y la única ayuda que han tenido, en especial dos colonos que soy muy cercano a ellos, solo han recibido ayuda del Estado alemán”.
La deuda del Estado chileno
Complementando esta idea, Amalia puntualizó: «El Estado alemán se hizo cargo de esta herida que tiene, a diferencia del Estado Chile que todavía no se hace cargo (…) lo que percibo es que en Alemania siempre hubo un conocimiento de lo que estaba sucediendo en la colonia. Cuando era chica, en mi casa habían libros de la colonia, de periodistas que se estaban metiendo en ese tema y en Chile el destape fue posterior”.
“Hubo una protección hasta hace muy poco, de mucha gente que todavía sigue involucrada, que no dejó que se supiera lo que estaba sucediendo. En Alemania, en general, las postura respecto a la historia reciente es distinta, en términos de sociedad se hacen cargo de la historia a diferencia de acá, que todavía no sabemos dónde están ciertos cuerpos, ciertas personas”, indicó.
«En Chile el arte ocupa un lugar que muchas veces el Estado no ocupa y es hacerse cargo de esta memoria, historia reciente, analizarla desde distintos puntos de vista, problematizar, volver a revisitar. El arte ha sido desde la dictadura en adelante uno de los grande ‘justicieros'», continuó la actriz.
Matías en tanto, sumó que “Colonia Dignidad es una especie de cápsula de memoria que todavía no se entiende toda y es interesante plantearla como un punto de referencia para la revisión constante de nuestra historia reciente y la reflexión”.
«Para entender lo que ocurrió, lo que ocurre y lo que va a ocurrir en un lugar, no solo tenemos que tener la información, sino que saber que ocurre actualmente y acercarse a lo que se sintió, esta perspectiva puede ayudar a la reflexión constante sobre los hechos que marcaron al país”, cerró el director de«Un lugar llamado Dignidad» .
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