El juego del calamar: La historia real tras la sádica serie surcoreana de Netflix que la rompe en el streaming

Es la serie del momento en Netflix. El Juego del Calamar se ha convertido en todo un fenómeno no sólo en nuestro país, sino también en el mundo.

Es que la serie surcoreana pone complejos temas sobre la mesa. Y lo hace de una manera brutal y sádica que ha enganchado a los espectadores.

Pero, ¿de qué se trata esta ficción y por qué se ha convertido en un producto tan exitoso? El Juego del Calamar muestra a un grupo de personas con graves problemas económicos que encontrará en su camino la oportunidad de salir de la miseria y desgracia en la que se encuentran si participan en un misterioso juego infantil.

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Así, el que gane podrá llevarse hasta 45.600 millones de wones, unos 30.531 millones de pesos. Pero el que pierda, morirá en el acto de un frío y seco balazo.

¿Basada en hechos reales?

Una de las cosas más llamativas de la serie es que su guionista y director, el coreano Hwang Dong-hyuk, declaró a varios medios que El Juego del Calamar está destinado a ser una alegoría de la sociedad moderna.

«Los juegos podrían ser algo que solía jugar cuando era niño, cuando era inocente y eso podría tener las consecuencias más intimidantes de vida o muerte. La combinación de los dos podría crear una ironía muy sorprendente», declaró por ejemplo en la presentación de la historia.

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Y agregó que incluso su creación está basada en hechos reales y en muchos de los cómics japoneses que leía cuando niño.

«En muchas de estas historias, había algo en común, personas ‘económicamente desesperadas’ que participaban en algún juego de supervivencia. Entonces pensó en cómo sería llevar esta trama a la realidad de Corea, la misma en la que el propio creador pasaba por apuros de dinero», comentaron sobre el director en el diario peruano El Comercio.

Casi no fue un éxito

Incluso, el creador Hwang Dong-hyuk no la tuvo fácil. Y El Juego del Calamar casi se convirtió en una historia más que quedaba archivada en un rincón.

«Después de mi debut, frecuenté las tiendas de cómics, leí mucho y pensé en crear una historia de cómic. Terminé el guion en 2009, pero era desconocido en ese momento, y el guion era muy violento, complejo, poco comercial… No conseguí reunir suficiente inversión, el casting fue difícil, intenté sacarlo adelante durante un año, pero luego lo dejé dormir», manifestó.

Eso, hasta que Netflix se interesó. Y desde ahí, los juegos que el director jugaba de niño se convirtieron en todo un éxito.

«Una vez que termines el programa, te puede llevar a pensar, ¿por qué estoy viviendo tan duro, por qué tengo que competir todo el tiempo, dónde comenzó todo esto y a qué nos lleva? Eso es algo que me gustaría que el público sintiera después de ver la serie», concluyó el director de El Juego del Calamar.