Experto explica cómo prevenir al hongo brasileño que afecta principalmente a gatos

Este lunes 28 de agosto se dio a conocer el primer caso de contagio en humanos por el hongo brasilero «Sporothrix brasiliensis».

Se trata de una mujer de 57 años que vive en la comuna de Concón en la región de Valparaíso que se contagió por su gato, quien tuvo que ser sacrificado por la intensidad de la infección.

Patricio Godoy, director del instituto de microbiología de la Universidad Austral de Chile, conversó con Andrea Obaid en «Tu Nuevo ADN» sobre este nuevo hongo y su origen.

El experto señaló que se trata de un hongo dismórfico que vive a temperatura ambiente y se comporta como los típicos hongos que se generan en las frutas y verduras.

Sin embargo, a los 37 grados se transforma en levaduras y se puede encontrar principalmente en verduras.

La evolución del hongo

«Este hongo vive en vegetales y en plantas y la especie brasilensis se encuentra distribuida en todo Brasil. El hongo encontró en el gato un huésped ideal, pero también infecta a ratones, a perros, armadillos y a seres humanos«.

Sin embargo, este hongo también puede infectar a los seres humanos, debido a su salto evolutivo.

«Este hongo tuvo un salto evolutivo y se comenzó a transmitir desde el gato al ser humano porque los gatos tienen levaduras y esa forma no es infectante. Sin embargo, el hongo evolucionó y llegó al nivel de poder transmitirse directamente al ser humano«, afirmó el experto.

Su trasmisión directa es lo que hace tan peligroso a este hongo, ya que no se necesita algún tipo de trauma para el contagio.

«El animal, principalmente el gato, puede estornudar, puede emitir gotitas a través de la respiración y eso, al contacto con el rostro, introduce un cuadro clínico«, indicó.

El contagio

Patricio Godoy explicó que, en Brasil, es muy común el contagio de este hongo. Asimismo, se habían visto casos en Argentina, Bolivia, Uruguay y Paraguay.

Sin embargo, nunca se había visto en Chile un contagio hacia un ser humano.

Al respecto, el experto señaló que se están realizando diversas investigaciones para determinar la trazabilidad del Sporothrix brasiliensis.

«Estamos haciendo análisis genéticos para ver si es la misma cepa, porque puede ser que este hongo haya estado desde siempre en Chile. El ser humano está avanzando a territorios que eran libres de personas, ambientes prístinos, construyendo casa en humedales, así nos vamos a encontrar cada vez con agentes desconocidos. Puede ser que este hongo ya estaba acá, y donde estamos invadiendo su territorio, nos estamos encontrando con estos cuadros clínicos que no se conocían«, afirmó.

El cambio climático también es considerado uno de los factores que incentive la propagación de estas nuevas infecciones.

«Nuestra temperatura corporal es lo que evita que tengamos infecciones fúngicas. Los hongos que consigan resistir nuestra temperatura corporal, son los que nos pueden afectar. Si estamos calentando el planeta (…) esos hongos se están adaptando en el medioambiente y están aguantando más temperaturas«, afirmó.

Prevención

Para prevenir el contagio en nuestras mascotas, el experto aconseja mantener a los animales, especialmente los gatos, al interior de las casas.

«Los gatos, cuando salen de nuestras casas, pueden recorrer hasta tres kilómetros y se puede autoinocular de alguna manera, puede enfermarse, llegar a nuestra casa y transmitir. También puede salir, pelear con otro gato o cazar ratones y contagiarse con este hongo»

El hongo brasilero es más fuerte que su versión «chilensis», sin embargo, es menos probable su difusión, aunque sus síntomas sean letales.

Los síntomas en humanos son muy parecidos a los de los animales. Se trata de manifestaciones subcutáneas parecidas a las espinillas que se «abren y producen úlceras».

Los gatos pueden llegar a morir en estos casos y los seres humanos más expuestos son aquellos que sufren de VIH sin tratamiento y los pacientes inmunosuprimidos.

Otra forma de prevenir el hongo en las mascotas son las terapias anti fúngicas a las que se puede acudir al momento de ver algún tipo de síntoma en la piel de los animales o en la mucosa, así como problemas para respirar.

En cuanto a las personas, pueden acudir a un médico o dermatólogo para el respectivo tratamiento.