«Constitución identitaria», «refundacional» y con «retrocesos democráticos»: consejeros oficialistas llaman a la oposición a retirar todas las enmiendas

Muertas. Así están las conversaciones entre los consejeros constitucionales del oficialismo y los del Partido Republicano con Chile Vamos. Y podría ser otro dato del proceso, pero cambia el tono cuando las comisiones del órgano redactor fueron llamadas a votar todas las enmiendas, hasta total despacho, este miércoles.

Para que la política dentro del Consejo haya llegado a este cadavérico estado tuvieron que pasar cosas como la aprobación del rodeo como deporte patrio; una enmienda que le resta independencia a la Contraloría (y que fue fuertemente criticada por Jorge Bermúdez, el contralor); otra que permite trabajar en cargos públicos a personas acusadas constitucionalmente; la objeción de conciencia; la concesión de bienes nacionales de uso público (playas, ríos, lagos, plazas, puentes, que hoy en día son gratis) y con ello, la «duración indefinida» de la explotación minera; entre otros.

Por eso fue que el bloque Unidad por Chile hizo un drástico llamado: a retirar todas las enmiendas. El consejero socialista Alejandro Köhler dijo que estas últimas votaciones han sido «preocupantes»: «Se están aprobando normas para una Constitución identitaria y refundacional, que significan retrocesos democráticos y que benefician a los más ricos del país, en desmedro de las grandes mayorías».

«El Partido Republicano busca escribir una Constitución extrema y de un solo sector, como se ha visto en las últimas semanas», agregó después sobre el partido con mayor presencia en el órgano, destacando, eso sí, que Chile Vamos ha promovido el diálogo «verdadero, pero que no ha sido suficiente».

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A su juicio, ha habido enmiendas «improvisadas«, que «modifican instituciones fundamentales de nuestra República, que han sido escritas y reescritas en los pasillos, con una reflexión y análisis insuficiente para la relevancia del tema. Peor aún, sin tomar en consideración ni a los invitados, ni a los expertos que han participado de este proceso»; otras enmiendas «regresivas, mal redactadas y con problemas técnicos gravísimos», como las que, a la luz de las últimas inundaciones en el país, niegan la crisis climáticas, privatizan bienes nacionales, o que le restan recursos a las municipalidades.

«Estamos muy lejos de la promesa de un pacto de unidad para el país (…) Las negociaciones se encuentran en un punto muerto y la ciudadanía debe saberlo (…) Invitamos al Partido Republicano y a Chile Vamos a que todas las bancadas retiremos conjuntamente la totalidad de las enmiendas presentadas. Solo así podremos avanzar en la construcción de un acuerdo político transversal para ofrecerle a Chile una mejor Constitución (…) La democracia es un acto de generosidad. No se puede escribir una Constitución democrática con una sola mirada», cerró Köhler.

«Está funcionando todo bien»

La mañana de esta jornada, los representantes de la oposición tuvieron una extensa reunión, entre directivas, consejeros y comisionados expertos. Un encuentro estratégico que concluyó con la relevancia de los consensos. Lo dijo la consejera y presidenta de Evópoli, Gloria Hutt:

«Descartar todo eso nos deja sin una herramienta muy importante. Nosotros dijimos: ‘Vamos a trabajar -y eso se especificó- sobre el borrador preparado por la comisión experta. A muchos le acomoda el borrador como está, pero por algo se subió una cantidad enorme de enmiendas, del orden de mil, porque hay muchas cosas que son mejorables del borrador y estaríamos sacrificándolas. Podemos seguir en el camino que se trazó, que hasta ahora ha funcionado bien, y podemos llegar al mismo resultado, que es hacer modificaciones a la propuesta«. El llamado es a votar hasta total despacho».