“Un retroceso civilizatorio”: Gobierno responde a la oposición por lectura de declaración de la Cámara de 1973 contra Allende

En el umbral de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado en Chile, las posturas de la oposición y el oficialismo han generado una creciente tensión. La discordia se ha centrado en las interpretaciones sobre los eventos previos a la dictadura encabezada por Augusto Pinochet.

En un movimiento parlamentario que dejó perplejos a los legisladores oficialistas, las bancadas de derecha, compuestas por Chile Vamos y Republicanos, manifestaron su «absoluto respaldo jurídico y político» al acuerdo alcanzado por la Cámara de Diputados el 22 de agosto de 1973. Dicho acuerdo había denunciado el «grave quebrantamiento del orden constitucional y legal de la República» por parte del gobierno de la Unidad Popular, bajo la presidencia de Salvador Allende, y precedió al golpe de Estado.

Este respaldo se plasmó en una carta dirigida al presidente de la Cámara, Ricardo Cifuentes (DC), la cual sería leída en la sesión del martes, conmemorando así los 50 años de aquella declaración controversial.

En respuesta, el miércoles, el gobierno reaccionó enérgicamente a través de la ministra vocera, Camila Vallejo, calificando la reivindicación de la oposición respecto al manifiesto institucional de 1973 como un «retroceso civilizatorio».

“Es complejo y yo diría un retroceso civilizatorio el que después de años de esfuerzo, un sector político que justificaba el Golpe y que tuvo que desprenderse de un juicio importante como cómplices pasivos de la dictadura civil y militar, vuelva a instalar en el debate público ciertos argumentos que aluden a que hubo ciertas razones que llevaron a un golpe y a una interrupción de nuestra democracia”, dijo la secretaria de Estado.

«Había otras herramientas»

«Nada de ello puede ser razón alguna para justificar todo lo que se hizo previo y durante el golpe de Estado para interrumpir lo que era la voluntad popular y la voluntad mayoritaria de un país, había otras herramientas para solucionar los conflictos, que no eran esas», dijo Vallejo.

Vallejo subrayó que ningún conflicto político justifica un golpe de Estado y que existen alternativas más adecuadas para resolver diferencias.