Marcelo Mella y Rodrigo Pérez de Arce analizan la entrevista al Presidente Boric apuntando a la «responsabilidad del propio sector»

Algo en lo que coincidieron el Ph. D. Marcelo Mella, y el abogado y magíster en Sociología, Rodrigo Pérez de Arce, ambos académicos de las universidades de Santiago y Católica, respectivamente, fue en la honestidad que poco se ve, al menos en instancias símiles en Chile, de la entrevista al Presidente Gabriel Boric con Cadena Ser, en España, durante su gira europea. «La honestidad es la columna transversal de la entrevista», dijo Mella, por ejemplo.

«Gabriel Boric es el mejor de los suyos, más reflexivo que la media chilena y más reflexivo de su coalición (…) Si uno ve cómo se comporta él y cómo se comporta Apruebo Dignidad y la nueva izquierda chilena, hay harta distancia», agregó luego Pérez de Arce.

Hacer política hoy

Mella vio que el Mandatario identifica una «doble dimensión» en el ejercicio de la política «en cualquier lugar del mundo donde exista democracia»: «Una forma de hacer política que trata de construir versus otra que trata de conflictuar, de confrontar. Eso en los últimos años de la política está súper presente».

En la misma línea, y como una expresión de este estado de la sociedad chilena, se crea el vínculo con el fracasado proceso constitucional anterior y «las razones externas que dificultaron el proceso constituyente en su primera versión. Hay un aprendizaje».

Luego, en la misma línea del diagnóstico global, el académico de la USACh destacó la necesidad en el análisis y entendimiento detrás de la pérdida de votos del progresismo y el avance de la ultraderecha: «Es algo que debe hacernos llevar a una cierta reflexión».

«Habría que preguntarse en qué medida los problemas que tiene la democracia en Chile tienen que ver con un Gobienro de determinado sello u orientación política, y en qué medida el problema de la democracia en Chile es un problema de la sociedad que se expresa en niveles de intolerancia, de polarización», cerró.

Proceso constitucional y política empresarial

Pérez de Arce, por su parte, hizo una comparación: «Si uno ve cómo se comporta él y cómo se comporta Apruebo Dignidad y la nueva izquierda chilena, hay harta distancia».

Pese a lo anterior, hubo dos cosas que destacó: en el fracaso del proceso constitucional anterior, lo que «deja traslucir una aproximación distinta a la que hemos visto de algunos personeros que apuntan a las fake news, la manipulación, el dinero, pero que no se les puede atribuir ese fracaso». Y lo segundo fue la política empresarial «y cuánto han contribuido las nuevas izquierdas y las nuevas derechas a ese clima crispado».

Con todo, Mella apuntó uno de los desafíos del Mandatario:

«Trasladar este tono a su coalición y en su relación con el Congreso. Por eso: cuánto tiene que ver con problemas de la gestión del Gobierno o en qué medida el Gobierno es reflejo de una crisis más grande del sistema de partidos chilenos. Creo que tiene mucho que ver con lo segundo: muchos de los problemas que tiene el Gobierno tiene que ver con un nivel de fragmentación del Congreso, un nivel de indisciplina de los partidos, y decisiones que cambian de momento a momento, que no solo complican las reformas en proceso, sino que también desconciertan y son señales muchas veces incomprensibles para a la opinión pública. Entonces el problema de la democracia en Chile tiene mucho más que ver con una cuestión estructural, donde intervienen incluso factores de educación política».