La carta de renuncia de Patricio Fernández a la coordinación de los 50 años del golpe de Estado: «Mi persona se ha vuelto un escollo para el buen desarrollo de esta conmemoración»

A eso del mediodía de este miércoles se conoció la renuncia del escritor y periodista Patricio Fernández Chadwick a la coordinación de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, que se cumplen en 11 de septiembre próximo. Minutos después, se hizo pública la misiva en la que el también exconvencional constituyente expuso sus razones para dar un paso al costado.

Dirigida al Presidente Gabriel Boric, en el texto agradece la confianza puesta en él, destacando los conceptos «fundamentales e indispensables» para la discusión pública en esta conmemoración: memoria, democracia y futuro.

«Tenemos un pasado que recorre, plagado de errores y horrores, pero también de grandes logros y gestos admirables», destaca a renglón seguido el exdirector espiritual de The Clinic. Luego, agregó:

«Al cabo de medio siglo de uno de los acontecimientos más violentos y dolorosos de nuestra historia, parece ser un buen momento para reflexionar como comunidad justamente sobre aquello que nos enorgullece y aquello que no quisiéramos repetir jamás».

Luego, hizo un repaso a los «costos» que tuvo el quiebre de la democracia liderado por el dictador Augusto Pinochet, en complicidad pasiva de la sociedad civil: «Ciolaciones sistemáticas de los derechos humanos, asesinatos, desapariciones, torturas, exilio, censura, desencuentro, intolerancia».

«Es esta una buena ocasión para reafirmar (en recuerdo y como homenaje a todos quienes murieron y sufrieron, y también como la más valiosa herencia que podemos regalar a nuestros hijos) el compromiso de ojalá toda la comunidad política con ella. No es posible este compromiso con el futuro sin memoria. Sería como cnstruir una casa en el aire», complementó después.

Hacia el final de la carta, repasa los hechos que finalmente gatillaron su salida: la conversación con el sociólogo Manuel Antonio Garretón:

«Mi persona se ha vuelto un escollo para el buen desarrollo de esta conmemoración y el reto es tan grande e importante que quisiera pedirle entender mi decisión indeclinable de hacerme a un lado (…) Seguiré colaborando desde la escritura, la reflexión y todo espacio en que uno sea requerido para que esos objetivos que en conjunto nos propusimos puedan cumplirse o al menos avanzar significativamente».

«El desafío es grande, hay deudas por saldar, dolores que comprender, rencores e intolerancias que vencer», cerró.