Carlos Ruiz y los polémicos convenios con fundaciones: «el Frente Amplio queda en ascuas»

Carlos Ruiz, sociólogo y fundador del Frente Amplio, conversó con La Prueba de ADN, sobre la crisis política que afecta actualmente al país, principalmente al oficialismo y al Gobierno como tal.

La última semana ha estado marcada por el denominado caso fundaciones, donde un eventual mal uso y utilización de dinero público vuelve a generar críticas en la ciudadanía. Además, se considera un daño más allá de Revolución Democrática y los involucrados directamente.

Bajo la perspectiva del invitado, este escenario «es complejo para varias cosas, incluso para el sistema político y para la calidad de la democracia. De alcances bastante particulares.

Profundizando en las afecciones directas al Frente Amplio, apeló a que «uno de los problemas más graves que ha tenido es que, como nunca avanzó en un proyecto histórico (…) se quedan en una cuestión muy afincada en una identidad moral».

Si bien reconoce que «el Frente Amplio queda en ascuas«, también señala que podría ser visto como «una posibilidad» para esclarecer algún tipo de proyecto más claro y definido, apuntando al rol «dentro del entramado político chileno».

Con esto, Ruiz hace referencia a que la crisis política parece afectar de mayor manera al F.A, a diferencia de otros partidos políticos que tienen un discurso y una estructura de propuesta establecida.

Ejemplificó que, cuando ocurre esto en otras bancadas, la ciudadanía puede seguir aferrada a una ideología que va más allá de los actores políticos y reflejan al partido como tal. Bajo la misma línea, remarcó que el Frente Amplio no tenía un “relato”.

Distancia entre el mundo político y la ciudadanía

Haciendo referencia a los recientes casos que sacuden a la clase política y con efectos directos en el Gobierno, dando cuenta de una crisis de confianza, el sociólogo sostiene: «cada vez que se está investigando más, aparece otro tema».

«Hay un problema de daño al sistema político, al sistema de partidos, a la democracia. Hay que replanteárselo; esto en general es mucho más profundo», puntualizó.

En el mismo sentido, apeló a que diferentes comportamientos del Estado y diferentes políticos, «hacen daño a la legitimidad del sistema político. Además, ya está con una legitimidad erosionada».

«Hay una distancia entre política y sociedad que es muy grave que no le permite al sistema político procesar los conflictos que hay en la sociedad», complementó.