Canciller Van Klaveren reconoce que la situación de Pedro Castillo en Perú «fue un intento de autogolpe»

A tres semanas de asumir como canciller, Alberto van Klaveren marcó diferencias con su antecesora, Antonia Urrejola, y particularmente con la situación en Perú, la que terminó con la aprehensión de Pedro Castillo.

En conversación con Tolerancia Cero, de CNN Chile, el ministro de Relaciones Exteriores aseguró que lo ocurrido en el país del norte “nos parece que fue un intento de autogolpe“.

«Creo que, además, en el caso de Perú, la institucionalidad ha operado. Por eso tenemos relaciones normales con ellos», añadió antes de reconocer como legítima presidenta a Dina Boluarte. 

En cuanto al reconocimiento de democracias plenas, como los casos de Cuba o Venezuela, y en particular sobre este último, van Klaveren señaló: «Son sistemas distintos, situciones diferentes. Además, sobre todo en el caso de Venezuela, hoy por hoy tenemos un interés muy concreto en nuestra relación con ellos, que tiene que ver con el tratamiento de flujo migratorio».

El diagnóstico anterior se enmarca en la condena transversal que ha tenido la situación en Nicagarua. Sobre eso, dijo el canciller: «En general, Chile no es partidario de señalar con el dedo a países en materia de derechos humanos, salvo algunas excepciones, que las hemos visto, como en el caso de Nicaragua, que es bastante emblemático por las circunstancias en las que se produjo».

Ley Naín-Retamal

La ley de seguridad Naín-Retamal que, entre otras cosas, contempla una redefinición de la legítima defensa, privilegiando a los funcionarios de las policías, ha tomado otro tono tras la opinión que emitió el alto comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de Latinoamérica, quien advirtió los vicios que podría generar.

Al respecto, el canciller señaló: «Sí nosotros actuamos como vínculo con organizaciones internacionales dedicadas a los derechos humanos y las autoridades internas. La opinión que ha expresado el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos es una opinión relevante que hay que tomar en cuenta. Hubiera sido preferible que el representante de esa oficina hubiera sido invitado al Congreso a expresar su opinión, más que un comunicado. Las organizaciones internacionales tienen sus responsabilidades».