Tohá analiza la semana política: «polémicas» en Cancillería eran «insostenibles» y fracaso de la reforma tributaria fue una arremetida

La ministra del Interior, Carolina Tohá, abordó este domingo los últimos ajustes de gabinete, que resultaron en el reemplazo de la titularidad en cinco carteras de Estado, entre ellas las del ministro de Obras Públicas, Juan Carlos García, el único militante liberal del grupo.

En conversación con Estado Nacional, de TVN, la ministra señaló que el Presidente Gabriel Boric «hizo unas evaluaciones, consultó a muchas personas, levantó nombres de muchos lugares. Lo que sí puedo afirmar, porque hablé con él en los últimos días intensamente, es que los ministros que cambiaron eran los iban a cambiar y que estaban definidos hacía días. ¿Por qué cambiaron las sillas? Porque precisamente no querían poner un número de sillas que anticiparan los cambios que iban a haber».

«Más aún: el atraso que hubo, que fue menor, fue solamente porque el Presidente se dio un rato para conversar con más calma con el partido Liberal, que estaba muy inquieto. Eso no generó ningún cambio. No se movió nadie en las conversaciones de ese rato», añadió.

Las precisiones de Tohá se cruzan con las de García, quien aseguró en una entrevista con un diario matutino, que la definición de su salida de la primera línea de Gobierno fue de última hora. 

Cancillería y las polémicas

Una de las sorpresas del cambio de gabinete fue la reestructuración completa en el ministerio de Relaciones Exteriores, que contempló no solo la salida de la excanciller Antonia Urrejola, sino también de los subsecretarios.

Tohá defendió a Urrejola, asegurando que su gestión estuvo marcada por hitos «gigantescos» y «cosas importantísimas»: lo suyo fue que «se armó una dinámica de polémicas que había que detener, pero en ningún caso porque haya un despelote en Cancillería o la política exterior». 

En ello está el acuerdo con la Unión Europea; la suscripción al acuerdo de Escazú; y la visa waiver. «No tuvo nada que ver con despelote del ministerio o mala gestión. La política exterior ha sido y tenemos que lograr que vuelva a ser un factor de unidad, de encuentro y estaba muy poblada de polémicas. La evaluación del Presidente era que era insostenible esa situación. No confundamos que el ministerio no estaba haciendo su pega; la estaba haciendo muy bien y lo que salía hacia afuera eran puras polémicas», explicó Tohá.

Reforma tributaria

El rechazo a la idea de legislar en general la reforma tributaria, quizás la derrota del Gobierno en el regreso al trabajo legislativo tras el receso, fue otro de los temas que abordó la ministra del Interior. En caso de no llevarlas a cabo, teorizó, «sería para el sistema político, un fracaso muy grande, en un momento en que la interpretación puede ser: ‘no sirve el sistema político; vámonos a los populismos, con los extremismos de distinto tipo, vamos a la ultraderecha, a los caudillos o caudillas’. Para todos es una muy mala señal que sean viable las reformas».

Sobre los motivos del rechazo, apuntó: «Me atrevo a decir que muchos de los que votaron en contra en general, lo hicieron pensando que no se iba a rechazar en general. El escenario que se generó, todo el mundo está preocupado por él. Viendo todo lo que se hizo acá, donde se trabajó tan ampliamente el diálogo antes de hacer la reforma, en que la tramitación de la reforma se metieron observaciones que hicieron distintos sectores, no solo del oficialismo (…) Se endureció la posición contra la reforma por la manera en la que cambió el clima político en verano: en el verano se empezó a ver al Gobierno mejor y varios empezaron a sentir que esta victoria para el gobierno era complicado, que podía tener otras lecturas y pasó en varios al mismo tiempo, de sectores muy distintos: el entorno de Pamela Jiles, o en el de los Demócratas, que había mucho diálogo».