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Presidente Boric protagoniza portada de la revista Time: «Cambiar de posición no es una debilidad, siempre que sea coherente con tus principios»

La militarización de La Araucanía, el proceso constituyente, el plebiscito del próximo domingo y las violaciones a los derechos humanos en gobiernos de izquierda y derecha, fueron parte de los temas que abordó el Mandatario.

Presidente Gabriel Boric, revista Time, 1024x576 jpg ok

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El Presidente Gabriel Boric protagonizó la portada de la prestigiosa revista Time, en su edición internacional, titulada: «La nueva guardia. El Presidente más joven de la historia de Chile está conduciendo a su país a través de un momento histórico de cambio».

El texto cita brevemente al Mandatario y aborda el contexto actual del país: el éxito económico en comparación a países de la región que escondía desigualdades y acceso a derechos sociales en función del poder adquisitivo, y que encontró un quiebre en octubre de 2019; el proceso constituyente (antes, durante y después) y lo que está en juego tras el plebiscito del 4 de septiembre; la militarización de la macrozona sur; violaciones a los derechos humanos y más.

Macrozona sur

Uno de los puntos claves en el reportaje fue la seguridad, catalogada como «el tropiezo más serio hasta ahora»: «Como diputado, Boric condenó la decisión de Piñera de desplegar militares en La Araucanía, donde pequeños grupos separatistas de la comunidad indígena mapuche mantienen un violento conflicto con empresas forestales. Las fuerzas de seguridad han asesinado a varios mapuches en casos de alto perfil. Pero en abril, Boric remilitarizó las carreteras de la región. El aparente cambio de actitud dejó la impresión de que el equipo de Boric no sabe lo que hace, según Salvador Millaleo, un abogado mapuche:  «No se prepararon lo suficiente (…) Subestimaron tanto la importancia como la complejidad de este tema”.

En esa línea, el Mandatario aseguró que su gobierno «‘puede haber sido un poco testarudo’ en su enfoque inicial del conflicto. ‘Sigo convencido de que el estado de emergencia no es la solución’, dice. Pero, agrega, ‘soy el Presidente de todos los chilenos. Así que a veces tengo que hacer cosas que no me gustan’. Hace una pausa y, hablando lentamente, no está de acuerdo con que sus cambios de sentido indiquen una falla de liderazgo. ‘Cambiar de posición no es una debilidad, siempre que sea coherente con tus principios. Estoy más preocupado por las personas que nunca pueden cambiar de opinión'», se lee en las páginas del medio

Líneas antes, otro de los atributos destacados fue la condena transversal a la violación de los derechos humanos: «Profundamente marcado por la memoria del régimen de Pinochet, Boric habla abiertamente sobre las violaciones de la democracia y los derechos humanos, ya sea que provengan de la derecha o de la izquierda. Ha criticado a los líderes de extrema izquierda en Cuba, Venezuela y Nicaragua que han abrazado el autoritarismo, una ruptura con los izquierdistas más antiguos de la región, que tienden a guardar silencio sobre los abusos de su propio lado. Esa actitud frustra a Boric, dice con un suspiro. ‘No me puedo indignar cuando se violan derechos en Palestina pero no en Nicaragua, porque cuando la defensa de los derechos humanos es parcial, pierde legitimidad. En Chile vamos a hacer las cosas de otra manera'». 

Proceso constituyente

Repasando lo ocurrido desde octubre de 2019 hasta el plebiscito del próximo 4 de septiembre, el rol del Mandatario es destacado como facilitador del proceso constituyente, pasando por el plebiscito de entrada, hasta las «precisiones» que hay que hacer al borrador de Constitución, pasando por el momento en que, tras firmar el acuerdo del 5 de noviembre, fue abordado por ciudadanos que le tiraron cerveza en la cabeza mientras le gritaban que los «había vendido». 

«Boric acepta que algunas partes del texto necesitan más claridad antes de que se conviertan en la ley del país. ‘Siempre hay cosas que podrían mejorarse, y estamos teniendo ese debate’, dice. ‘Pero es un gran paso adelante para Chile’. Está instando a los votantes a aprobarlo, prometiendo que el Congreso reformará el documento una vez que se apruebe», se lee.

En esa línea, el texto referencia, por ejemplo, diagnósticos hechos por Winter of Americas Quarterly, quienes señalan: «‘La esperanza es que Chile pueda alcanzar el estatus de país desarrollado en los próximos 10 o 20 años’, si puede reducir la desigualdad, una de las principales barreras para el desarrollo».

“’Creo que eso está muy sobre la mesa. Pero el temor es que Chile pierda lo que lo convirtió en una historia de éxito imperfecto en los últimos 30 años’. Es decir, podría cambiar su economía estable impulsada por el mercado por el caos estancado y propenso a la inflación de su vecina Argentina, perjudicando tanto a los chilenos pobres como a los ricos», señaló el Presidente.

Otro de los puntos señalados es el del rol de la oposición a la nueva Constitución, quienes «han montado una poderosa campaña de desinformación en las redes sociales y en folletos impresos. Entre las afirmaciones falsas que circulan están que el borrador aboliría la fuerza policial de Chile, prohibiría la venta de agua embotellada, permitiría el aborto en cualquier etapa del embarazo y proscribiría la propiedad privada. Dado que el texto real tiene 170 páginas de lenguaje académico, muchos votantes confían en que otros lo interpreten por ellos. Los opositores más fervientes afirman que adoptarlo sería el primer paso de Chile para convertirse en la nueva Venezuela, cuya economía socialista se ha derrumbado en la última década, y que Boric los está guiando con entusiasmo por ese camino».

Puedes revisar la entrevista íntegra en el siguiente link. 

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