Eduardo Artés propuso reducir la edad de sufragio: «El derecho a voto tiene que ser a los 16 años»

En un nuevo episodio de «No votan, pero si opinan», el ciclo de conversaciones de Ciudadano ADN con la Defensoría de la Niñez, el candidato presidencial por el partido Unión Patriótica y profesor, Eduardo Artés, propuso bajar la edad de votación de los actuales 18 años a los 16.

Revive el tercer capítulo de No votan, pero sí opinan, con Eduardo Artés.

Fue a raíz de la pregunta de la joven Anais Basso -que a sus 14 años participó como una de las conductoras del programa- que el candidato de izquierda planteó su propuesta: «¿cree usted que los niños y niñas pudiesen tener la posibilidad de decidir sobre el futuro de nuestro país, por medio de la votación y participación activa en la toma de decisiones?«, consultó la entrevistadora.

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«Yo creo que el derecho a voto tiene que ser a los 16 años, claramente», planteó el profesor Artés. Y para ello, argumentó aludiendo al llamado estallido social: «este movimiento social, cuando revienta en Chile muy fuerte, es con los jóvenes, sobre todo secundarios, que saltan el torniquete. Peor venían saltando desde hace mucho rato, porque los jóvenes son verdaderas esponjas y sufren y viven muy intensamente lo que sucede en los hogares», dijo el presidenciable.

«Entonces, donde hay sueldos miserables, donde se pasa muy mal, donde hay humillaciones, donde se está hacinado, donde las condiciones de vivienda son pésimas y no hay un movimiento sindical donde antes los trabajadores expresaban su rabia con mucha fuerza y sus reivindicaciones, a veces son los hijos quienes representan ese malestar social que está en toda la casa y salen a la calle. Esa toma de consciencia dice que están en condiciones de participar en toma de decisiones», explicó Artés.

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Pero la reducción de la baja en la edad de votación puede tener efectos colaterales generales, según el presidenciable: «hay que tener mucho cuidado, porque sino vamos a decir ‘vamos a rebajar a los 14 años la responsabilidad penal’ ‘¿y entonces por qué no va a ser a los 12, a los 20?’. En definitiva, los niños van a dejar de ser niños, porque trabajan, porque están en la feria, están colocando el paño junto a su mamá en la calle, o están ayudando en quehaceres en pequeños talleres».

Una forma de la reivindicación de los derechos de los estudiantes y la reactivación de su participación en la toma de decisiones, a juicio de Artés, está en los centros de alumnos: «los centros de alumnos de quinto año hacia arriba deberían tener un papel más relevante».

«Se trata de que se empoderen en los consejos de curso, que se trate de sus derechos, no solo de las fiestas, sino que además de los recursos de las escuelas para mejorar su calidad», agregó luego, para finalizar: «pareciera que la participación fuera desorden, pero no. Significa un nuevo orden. Los alumnos son los integrantes principales».