El joven, de 23 años, llegó hasta el cuartel OS9 de Carabineros, en compañía de su abogado, Juan Duhalde. Minutos más tarde, la fiscal Débora Quintana, de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, también se trasladó hasta el inmueble para tomar la declaración correspondiente.
El abogado Duhalde contó: «Este es un portonazo frustrado, extremadamente violento, por una jauria, perdónenme la expresión, de cabros jóvenes, fuertemente armados, decididos, que algunos estaban bajo los efectos de la droga. Fue una legítima defensa de tomo y lomo. Entiendo que el Ministerio Público y la fiscalía también está acogiendo esa tesis».
Los jóvenes fallecidos, de 16 y 17 años, habría sido alcanzados por el arma del joven de 23 años, de la que no se sabe procedencia ni propiedad, y de la que tampoco el abogado hizo referencia.
En los videos del crimen se ve que una de las víctimas fatales, al momento de los disparos, botó un arma: esta, dada la forma que se ve en los registros, habría sido un fusil, el que fue recogido por la banda que participó en el hecho y que secundaba a las víctimas, antes de huir.
Durante la tarde de esta jornada, el Servicio Médico Legal (SML) hará entre de los cuerpos. Los funerales se realizarán este jueves 25 y viernes 26 de mayo. El coronel Rodrigo Soto, jefe del Departamento de Operaciones de la Zona Metropolitana de Carabineros, contó: “Carabineros dispuso servicios preventivos en las inmediaciones donde se va a desarrollar el funeral, con el solo propósito de garantizar el orden y la seguridad de las personas que habitan en sus alrededores”.
La decisión se tomó en función de los antecedentes penales y la «matriz de riesgo» que implica el ritual mortuorio.
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