Funcionarios de la ex Posta relatan la última noche de manifestaciones
Pacientes temerosos y sin escapatoria; guardias sobrepasados en número y en acción; piedras, gritos, gases y agua. Así se vivió el martes 10 de mayo en el recinto hospitalario capitalino.
Después del disparo que recibió en la cabeza el pasado 1 de mayo, la comunicadora de Señal 3 La Victoria, Francisca Sandoval, sigue en estado de extrema gravedad y su diagnóstico es reservado. Hay conclusiones que de eso se pueden sacar: una de ellas es que no es consciente de las manifestaciones que se se han llevado a cabo a las afueras del Hospital de Urgencias Asistencia Pública (HUAP, ex Posta Central), en Santiago. Como la escalofriante del martes pasado.
«Los pacientes tiritaban, no tenían dónde ir ni cómo salir. Estábamos secuestrados aquí», dijo una funcionaria que, poco después del mediodía de este miércoles, se manifestó a las afueras del recinto hospitalario, exigiendo más seguridad.
Jaquelinne Gómez es dirigenta gremial de la Asociación de Paramédicos de la ex Posta. Los incidentes del martes entre manifestantes y carabineros los vio desde uno de los pisos superiores del edificio. «Bajamos a resguardar a los compañeros de Urgencia, porque anoche estaba llena. Llegamos y vimos que había un joven que estaba con una bengala. Es un peligro: no sabemos qué hacer», recordó en radio ADN.
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En sus palabras, los guardias del recinto están sobrepasados. Escuchándolos ha podido entender cómo actúan los manifestantes: «Abren la reja y dejan entrar a todos los que están delinquiendo. Los guardias hacen todo lo posible, pero no es mucho lo que pueden hacer. La manifestación se torna bastante violenta y nosotros queremos resguardar a las personas. Hay una afectación al funcionamiento normal de la Posta».
Hay otro factor que agrava la sensación de estas noches: en las próximas semanas se abrirá una sala cuna para los niños y niñas, hijos de los funcionarios. No sabrán qué hacer, ni cómo actuar.
«Nosotros no tenemos problema con que la gente se manifieste acá, porque está en todo su derecho; pero que hagan desmanes como lo están haciendo y sobre todo que tomen esto como trinchera, no vamos a aguantar eso», zanjó la dirigenta.
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Otra funcionaria, que se manifestaba exigiendo más seguridad este miércoles, repasó el rol de la ex Posta en los últimos años: «Para el 18 de octubre dimos a la población todo lo que pudimos; para la pandemia, también. Nosotros atendemos al pueblo, pero los que vienen son lumpen, son delincuentes. La posta central es lo más céntrico en Sanntiago y lamentablemente somos carne de cañón porque nos hacen puro daño».
El director del Hospital de Urgencias, Valentín López, explicó que existe un protocolo que surgió desde el estallido social: «Participan los departamentos jurídicos, de comunicación, prevención de riesgo y nos coordinamos con entidades, como el Servicio de Salud, inclusive con el SAMU, porque las grandes urgencias en la región son derivadas acá». Ha sido, a su juicio, un acostumbrarse al caos.
A ello se suma también nuevas medidas para la entrada y salida de funcionarios, y el uso de gases tóxicos con Carabineros. «Respetamos el derecho a manifestación de la ciudadanía y mientras podamos lograr la atención, no es problema. De momento, hemos mantenido atención continua a quienes lo han requerido», concluyó.
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