Start up chilena crea innovadores alimentos saludables a partir de desechos vegetales
En el marco del Día Contra el Desperdicio de Alimentos, la Universidad Bernardo O´Higgins dio a conocer Valoriza, una de sus primeras empresas de base tecnológica, que apunta a recuperar 1 tonelada de residuos en 2024 convirtiéndolos en sopas de alto valor nutricional.
La start-up chilena Valoriza se ha propuesto combatir el alarmante desperdicio de alimentos a nivel mundial, que alcanza aproximadamente un tercio de la producción destinada al consumo humano, según la FAO. Esto equivale alrededor de 1.300 millones de toneladas al año, siendo las frutas y verduras las más afectadas, con casi un 50% de desperdicio, mientras más de 700 millones de personas padecen de hambre.
La iniciativa de Valoriza se basa en la elaboración de alimentos saludables a partir de desechos vegetales, contribuyendo así a reducir la cantidad de alimentos que se desperdician. El proyecto comenzó a tomar forma en 2020 en colaboración con el Mercado Lo Valledor y la Universidad Bernardo O´Higgins.
Ximena Rodríguez, directora de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Bernardo O’Higgins y codirectora del proyecto, enfatiza que están «recuperando excedentes alimentarios para fabricar sopas saludables, con alto contenido de fibra, vitaminas, minerales, antioxidantes y libres de sellos de advertencia. Además, son frescos, naturales y con un procesamiento mínimo».
El producto resultante es una gama de compotas versátiles dirigidas tanto a adultos mayores como a personas mayores de 30 años, que pueden consumirse directamente o utilizarse como base para otras recetas culinarias.
4000 raciones donadas
Hasta la fecha, se han invertido alrededor de 200 millones de pesos en el desarrollo de prototipos alimentarios y la creación de una planta piloto de procesamiento de alimentos en el Mercado Lo Valledor. La iniciativa planea duplicar esa inversión para 2024 con el objetivo de revalorizar aún más productos alimentarios. Además, la start-up ha contribuido a la comunidad donando 4.000 raciones de alimentos a hogares de ancianos, comedores populares, albergues y hogares de niños en situación de vulnerabilidad.
Esta innovadora iniciativa no solo apunta a abordar el desperdicio de alimentos, sino que también busca promover una alimentación más saludable y sostenible.
