En Chile, el reciente fallecimiento de Luis Larraín, destacado activista de los derechos LGBTQ+ y cofundador de Fundación de Iguales, ha puesto en el centro del debate un tema crucial pero a menudo evitado: la sedación paliativa y su rol en el manejo del dolor y la dignidad en los últimos días de vida.
El ingeniero civil, quien enfrentó un duro y agresivo cáncer, eligió esta opción para sus momentos finales, abriendo una importante discusión sobre el buen morir y la muerte digna en nuestra sociedad.
País ADN conversó con el jefe de Cuidados Paliativos de la Clínica Alemana, Javier Quilodrán, quien explicó que la sedación paliativa es una herramienta utilizada en pacientes de cuidados paliativos para manejar síntomas que no responden a tratamientos convencionales.
«Cuando un paciente lo está pasando muy mal y no logramos controlar el dolor o el ahogo, proponemos la posibilidad de una sedación paliativa, que significa comprometer la conciencia para que no sienta la molestia que el síntoma produce», detalló el oncólogo.
«»La diferencia radica…»
Este procedimiento, sin embargo, se diferencia claramente de la eutanasia. Mientras la eutanasia implica administrar dosis letales para provocar la muerte y aliviar el sufrimiento, la sedación paliativa busca solo comprometer la conciencia del paciente, quien sigue viviendo el tiempo que le queda.
«La diferencia radica en la intención con la cual se entrega el tratamiento», aclaró el especialista.
En Chile, la sedación paliativa cuenta con respaldo legal, incluyendo la posibilidad de expresar voluntades anticipadas. Esto permite a los pacientes, en buen estado de salud, especificar sus deseos para los días en que estén enfrentando una enfermedad avanzada, incluyendo si desean ser sedados o no. «Hoy día ya contamos con una ley que nos permite ofrecer a cualquier persona, incluso anticipadamente, dejar por escrito sus deseos en un centro hospitalario», señaló Quilodrán.
La historia de Luis Larraín ha sido fundamental para reavivar la conversación sobre estos temas en Chile. «Somos una sociedad que no habla de la muerte. Atendemos pacientes que sabemos que van a morir y se niegan a abordar esos temas. Queremos hablar de cómo quieren vivir sus últimos días», reflexionó el médico.
En este sentido, los cuidados paliativos buscan que los pacientes vivan bien sus últimos días, enfocándose en el manejo de síntomas físicos, emocionales y espirituales.
Debate por la eutanasia
El acceso a la sedación paliativa en Chile es amplio, tanto en el sistema público como en el privado, y está disponible para pacientes oncológicos y no oncológicos en etapas avanzadas de enfermedad. Sin embargo, aún existe un desconocimiento general sobre esta opción.
Finalmente, el debate sobre la eutanasia permanece abierto. Aunque Chile cuenta con una ley de Cuidados Paliativos universales, la discusión sobre la eutanasia es más compleja y abarca consideraciones bioéticas. «Al tener una ley de cuidado paliativos universales, ya estaríamos en condiciones de discutir el tema de la eutanasia«, concluyó Javier Quilodrán.
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