La labor del equipo en contra del crimen organizado para hacerle frente a «una cultura mucho más desarrollada en el ámbito criminal»

El fiscal regional, Héctor Barros, conversó con La Prueba de ADN para profundizar sobre las labores y conformación del equipo en contra del crimen organizado, los homicidios y secuestros.

Según explicó el invitado, quien encabeza esta plantilla, «esto nace como una estrategia que realiza la Fiscalía Nocional destinada a revertir, en lo posible, el aumento sostenido en el tiempo lo que dice relación con los imputados desconocidos en el contexto de la comisión de delitos de homicidios».

Además, mencionó que «después de hacer una serie de análisis» se ha llegada a una «conclusión» que guarda vínculo entre los delitos y la «inmigración, que nos ha traído formas distintas de comisión de estos delitos. También con la aparición de otras figuras más complejas».

Bajo esta línea, el experto mencionó que «una de las ideas es poder enfrentar esta nueva criminalidad con distintas métodos de investigación. -Eso- es lo que se ha lanzado hoy», agregó haciendo referencia a la conformación del equipo.

«Básicamente, un grupo de fiscales: 16 fiscales de la Región Metropolitanas a cargo del fiscal regional coordinador«, precisó, detallando también una forma más directa de actuar y en compañía de diferentes profesionales competentes.

El impacto de la inmigración

Respecto al trabajo específico de la criminalidad, Barros mencionó que se ha estado trabajando en dos ejes centrales dentro del crimen organizado: La «nacional, la tradicional, que dice básicamente con la comisión de delitos vinculados al narcotráfico».

«En segundo lugar a la comisión de delitos que son de carácter transnacional. Ahí es donde derechamente tenemos el fenómeno de la inmigración que nos ha estado golpeando durante los últimos años», complementó.

«Lo que estamos viendo es una cultura mucho más desarrollada en el ámbito criminal y que dice relación con la experiencia que tienen los inmigrantes, con la comisión de delitos más sofisticados y vinculados principalmente al secuestro extorsivo; a una serie de delitos que hemos visto aparecer en los últimos años con la aparición de organizaciones», añadió el fiscal.

Mutación en el tipo de delito

En su rol a cargo del equipo en contra del crimen organizado, los homicidios y secuestros, el especialista hace hincapié en que se ha dado «una mutación bastante distinta de ese crimen organizado de lo que era el nacional a los fenómenos que han empezado a aparecer en el último tiempo«.

Esto también va de la mano con un cambio en las complejidades en la persecución de este tipo de delitos, algo de lo que Héctor Barros ya tiene claridad. Todo esto, aludiendo a la forma en que se lleva a cabo un acto como el caso de los secuestros.

«Estas negociaciones no solo se realizan a nivel nocional, sino que muchas veces se está llevando en los países de origen. Donde incluso los pagos por rescate se están realizando a través de transacciones internacionales«, indicó.

Mayores exigencias

Frente a este escenario el fiscal reconoce que, además de la conformación del equipo y la destinación especializada de sus pares, se requiere de mayor eficiencia por parte de las policías ante la nueva forma del deleito.

«Hay que enfrentar estos fenómenos criminales de una manera distinta a la que tradicionalmente la hacemos. Requiere de mayor tecnología, mayor especialización, mayor participación de funcionarios multidisciplinarios, pero también de policía más especializadas», enfatizó.