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Hijo de presidente de la CPC denuncia que sufrió abusos sexuales en colegio de los Legionarios de Cristo

Martín Mewes, hijo de quien antes también presidió la Cámara Nacional de Comercio, acusó que fue víctima de este tipo de situaciones al interior del colegio San Isidro, cuando tenía entre 10 y 12 años.

Hijo de presidente de la CPC denuncia que sufrió abusos sexuales en colegio de los Legionarios de Cristo

Los Legionarios de Cristo se encuentran en medio de una nueva controversia tras la divulgación de una carta escrita por un exalumno del colegio San Isidro en Buin. En ella, el denunciante, identificado como Martín Mewes Achondo, acusó abusos sexuales que sufrió en la institución.

Quien hoy tiene 34 años, está casado y es padre de dos niños. Además, es hijo de María Alejandra Achondo Labbé y Ricardo Mewes Schnaidt. Este último, es el actual presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) y anteriormente presidió la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CNC).

En su carta, Martín Mewes expuso que comenzó a recordar los abusos sufridos durante su terapia en 2022 por consumo problemático de alcohol. Los abusos ocurrieron cuando era un niño de entre 10 y 12 años y estaba en el colegio San Isidro. Según su relato, dos personas, un cura identificado como Luis Francisco González y otro que creía que era el padre Daniel Reynolds, quienes pertenecían a la congregación de los Legionarios de Cristo, abusaron de él en el colegio.

«Sentía asco, debilidad, vergüenza, angustia y, sobre todo, mucho miedo. Finalmente, después de muchas sesiones, mi psicóloga me ayudó a nombrar lo que para mí era una sospecha. Dijo: ‘lo que viviste fue una situación de abuso’. En ese minuto confirmé lo que siempre había creído. Había sido abusado«, escribió la víctima en la carta.

Era acólito y participaba en actividades de los Legionarios de Cristo

Acerca del contexto en que dieron estas situaciones abusivas que denuncia, Martín contó que fue cuando «participaba como acólito y en otras actividades de los Legionarios de Cristo que eran muy atractivas para cualquier niño. Eras parte de un grupo importante, se jugaba fútbol, se hacían paseos a alojar y muchas otras cosas».

«De hecho, mi mamá hace un tiempo, sin saber lo que había pasado, para molestarme, mandó a mi grupo de familia una foto mía siendo acólito para la primera comunión de uno de mis hermanos: ‘quién te viera y quién te ve’ me puso. Un comentario que aludía a mi odio por la iglesia. Precisamente el cura que realizó esa ceremonia era Luis Francisco González«, añadió después.

Estos abusos tuvieron un profundo impacto en la vida de Martín, provocando un cambio drástico en su personalidad y en su relación con la religión. Decidió no hacer la primera comunión ni confirmarse, lo que le valió hostigamientos por parte del sacerdote Daniel Reynolds.

«Coincidentemente, a esa edad mi personalidad cambió en manera radical. Al parecer, pasé de ser un niño muy alegre y cariñoso, a un niño muy retraído, malhumorado, bajé un montón las notas y mi actitud frente a todo lo relacionado con la religión cambió abruptamente y empecé a llevar la contra en todo lo que se refería a la iglesia«, expresó Martín Mewes.

El rumor que circuló contra uno de los sacerdotes que denunció

Durante ese mismo período, comenzaron a circular rumores sobre los abusos sexuales cometidos por el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel. Ante estas denuncias, la respuesta del colegio a los alumnos era que se trataba de noticias falsas, y que «es solo el diablo que quiere hacerle daño a la iglesia». Y cuando se comprobaron estos delitos sexuales, el colegio solo sacó cuadros de Maciel, sin dar explicaciones.

Más adelante, en su texto, Martín expuso que uno de los sacerdotes al que acusa de haberlo abusado, también fue vinculado a otras situaciones similares. «Un poco después de lo de Maciel, en el colegio comenzó el rumor de que al padre Luis Francisco González, el mismo que había abusado de mí, había sido visto en prácticas sexuales inusuales. Creo que lo único que supimos fue que, al poco tiempo, a este cura lo mandaron fuera del país y nunca más nadie supo de él«, afirmó.

«Si este caso fue solo un rumor, pregunto, ¿cómo se debería tratar este tipo de información? ¿Por qué no se abrió una investigación y no se informó de la situación a los alumnos y apoderados? Personalmente, creo que, como en toda institución debería pasar, se debió abrir una investigación y dar explicaciones. Pero tampoco fue el caso«, complementó.

Posteriormente, Martín Mewes, compartió la siguiente reflexión: «¿Por qué a los profesores se les limita el contacto con niños y a los curas no se les aplican las mismas reglas? ¿Los curas pasan por los mismos filtros psicológicos que los profesores o solamente los ponen en sus puestos sin ningún tipo de evaluación? ¿Es bueno que estos curas estén tan inmersos en colegios? Sobre todo, dado el expediente de esta congregación y su relación con niños«.

Los efectos canónicos y penales de esta denuncia

Por último, Martín Mewes Achondo valoró de manera positiva el comunicado enviado por la dirección del colegio San Isidro en respuesta a su denuncia de abuso sexual. El texto de la dirección detalla que se recibió la denuncia en agosto del año pasado y que se ha iniciado una investigación canónica a cargo de una abogada externa con experiencia en este campo. Además, se ha llevado el contenido de la denuncia al Ministerio Público, reconociendo la posibilidad de aspectos penales que deben ser investigados.

En el comunicado, se aclara que el sacerdote Luis Francisco González, uno de los presuntos abusadores, vive fuera de Chile desde 2017, y que Daniel Reynolds ya no ejerce ni tiene contacto con menores de edad. Sin embargo, se hace hincapié en que Reynolds llegó a Chile por primera vez en febrero de 2005, tres años después de la fecha de los presuntos abusos denunciados, que habrían ocurrido entre 1999 y 2001.

Finalmente, la dirección del colegio invita a cualquier persona que posea información relevante sobre estos u otros hechos a compartirla con la abogada encargada de la investigación canónica, Joanna Heskia. No obstante, la carta no aborda la información que sugiere que la directora de la época de los supuestos abusos, Marcela Arteaga Urzúa, habría descartado los informes de una coordinadora de piso que habría presenciado una actitud sospechosa por parte del sacerdote González junto a una niña de segundo básico.

El testimonio de Martín Mewes Achondo se suma a las acusaciones previas de abusos sexuales dentro de los Legionarios de Cristo. Entre las que se incluye, el caso del sacerdote irlandés John O’Reilly, condenado en 2014 por abuso sexual contra una menor.

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