50 años del golpe de Estado: Huechuraba renombra caletera de Américo Vespucio por «Periodista José Carrasco»

En el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado en Chile, la municipalidad de Huechuraba, en la región Metropolitana, aprobó cambiar el nombre de una calle: se trata del tramo de la caletera de Américo Vespucio por «Periodista José Carrasco Tapia», asesinado en 8 de septiembre de 1986 por agentes de la Central Nacional de Informaciones (CNI), la sucesora de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), la policía secreta de la dictadura cívico-militar.

El cambio comenzará a regir desde este sábado 9 de septiembre, y abarcará el tramo de la calzada norte de la autopista que va desde avenida El Salto y avenida Recoleta. El lugar carga, además, con otro valor simbólico: fue allí donde el cuerpo del profesional de las comunicaciones apareció con señales de un acribillamiento. 

La decisión fue una respuesta a la solicitud hecha por el Colegio de Periodista al alcalde Carlos Cuadrado, quien, citado por 24 Horas, señaló: «Para nosotros, honrar la figura de José Carrasco es un acto de justicia no solo por las circunstancias en que se produjo su muerte, sino que también por el ejemplo de compromiso que él exhibió en su trayectoria profesional, defendiendo siempre valores tan esenciales para la democracia como son la verdad y la libertad de expresión».

José «Pepe» Carrasco Tapia

La trayectoria de José «Pepe» Carrasco Tapia fue amplia, pese a haber sido asesinado a los 43 años: trabajó en las revistas Punto Final, Gol y Gol, y Análisis; las radios Minería, Portales y Chilena, y el Canal 9, que en los 80′ era de la Universidad de Chile.

Activo afiliado del Colegio de Periodistas, fue asesinado como respuesta al frustrado atentado al dictador Augusto Pinochet Ugarte: así lo estableció el ministro en visita Hugo Dolmetsch, quien, de acuerdo a una publicación del diario La Nacion de 2005, pudo reconstruir una orden de Álvaro Corbalán, comandante de la división Antisubversiva de la CNI, y del mayor Manuel Provis, comandante de la división Política Metropolitana «encargada del control de los partidos políticos de la época».

“El señor general (jefe de la CNI, Humberto Gordon), profundamente alterado, les ordenó que agentes de sus respectivas dependencias debían salir y vengar a los cinco escoltas fallecidos en el atentado, venganza que debía ser en una proporción de dos por uno en relación a las víctimas (escoltas)”, se lee en la web Memoria Viva.