Geógrafo profundizó en los efectos del sistema frontal: «Antes llovía mucho en invierno, pero llovía de manera homogénea»

En otro capítulo de Tu Nuevo ADN, Andrea Obaid conversó con Simón Inzunza, geógrafo de la Universidad Católica e investigador del CIGIDEN, sobre la situación que se vive en el país a raíz del sistema frontal.

Las lluvias que han caído en la zona centro-sur han tenido diferentes tipos de consecuencias y existe mayor preocupación si se consideran los pronósticos que contemplan más precipitaciones.

Bajo este contexto, el invitado enfatizó que «este evento fue mucho más grande que el que ocurrió en junio», detallando que «las inundaciones fueron mayores (…) la situación ha sido crítica«.

Respecto al porqué de la magnitud y gravedad, el especialista mencionó que hay «dos elementos en consideración: tenemos factores naturales, pero también tenemos elementos antrópicos que juegan en esta ecuación del riesgo».

«Si sumamos estos elementos naturales», como los sistemas frontales cálidos, según ejemplificó Inzunza, «con las construcciones en zonas de riesgo, en las riberas de ríos, en las quebradas, obviamente ahí tenemos una ecuación de riesgo», explicó.

«Es nuestra exposición a las amenazas naturales la que convierte las amenazas en desastres«, consignó el representante del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres. Así, apeló al factor humano de planificación previa que tiene efectos en estos casos de fuertes lluvias. Además, hay que considerar que la gran mayoría de las afectaciones responde a desbordes de ríos.

La realidad de las ‘nuevas’ lluvias

Más allá de las consecuencias que ha dejado el paso del sistema frontal, Simón Inzunza también se refirió a otra arista relacionada con la materia, ligada específicamente a la caída de agua y la sequía.

«Antes llovía mucho en invierno, pero llovía de manera homogénea. Ahora llueve cada dos semanas, pero al momento de llover, llueve lo que debería llover en un mes«, reflexionó.

«Esa mayor cantidad de agua en poco periodo de tiempo genera remociones en masa porque el suelo se satura, se generan inundaciones. Eses es el problema. Más que la cantidad de agua como tal», precisó.

Bajo la misma línea, el geógrafo indicó que este efecto «se podría atribuir al fenómeno el Niño, pero se complementa también con este contexto de cambio climático. También con un fenómeno que ahora se está estudiando más, que tiene que ver con los ríos atmosféricos«.

Gestión de desastres: plan de construcción

A modo de análisis en lo que son las consecuencias directas de estos fenómenos, considerando «nuestra exposición» como ciudadanía, Inzunza reconoció que «la gente tiene memoria territorial«.

Según explicó, esto les permite reaccionar ante los efectos más graves y predecibles ante la caída de fuertes lluvias. «Las personas, por esta memoria, se auto organizan y evacúan por ellas mismas«.

Sin embargo, apeló a los problemas de los planes reguladores comunales, haciendo énfasis en las construcciones que terminan siendo de alto riesgo.