Tren de Aragua: fiscal nacional reconoce vínculos entre crimen del suboficial Palma, el descuartizado en Santiago y operativo en Concepción

En horas de la mañana de este martes, el fiscal nacional, Ángel Valencia, se refirió a los crímenes, delitos y operativos policiales de alta connotación pública que han marcado la agenda policial en las últimas semanas.

La asunción de Valencia coincidió con la aparición reiterada de la organización criminal internacional de origen venezolano Tren de Aragua. Ante esto, señaló el persecutor:

«Desde que asumimos la fiscalía nacional, uno de los principales focos de atención fue la situación del crimen organizado y, particularmente, la que tiene características transnacionales. Han visto que gran parte de nuestros esfuerzos han ido a combatir ese fenómeno, que no tenía antecedentes en la historia republicana».

«Tanto la fiscalía de Tarapacá, como el resto de las fiscalías del país que les han tocado investigar denuncias por delitos cometidos que responderían a esa organización, tienen causas pendientes o abiertas que persiguen a esa red internacional. En particular, en Concepción, entiendo que el procedimiento que se inició como consecuencia del hallazgo de un cadáver en la Alameda hoy ha derivado a que sus presuntos autores tendrían vínculo con redes o actividades en la ciudad en Concepción. Hemos señalado que esa organización no solo tiene actividades en el norte de Chile, sino también en el sur», agregó Valencia.

Luego, pormenorizó el persecutor: «En el caso del asesinato del suboficial mayor (Daniel) Palma, que ocurrió en Santiago, algunos de los detenidos tenían actividades en el sur de Chile».

Con todo, el fiscal nacional aseguró que prontamente comenzará a trabajar un grupo integrado para la investigación de homicidios en cuatro fiscalías regionales en la región Metropolitana, «de manera que las divisiones internas geográficas que establece la ley en Santiago (Centro Norte, Sur, Oriente y Occidente) que no sean un obstáculo para las investigaciones y sea una ventaja para las organizaciones criminales».

Las últimas indagatorias en la persecución del Tren de Aragua tuvieron lugar en la capital penquista, donde la célula fue desbaratada por los delitos de trata de personas, tráfico de drogas e infracción a la Ley de Armas.