“Acuarios que jamás se limpian”: los impactos de la salmonicultura en la Región de Magallanes

La región de Magallanes se encuentra en un debate por la presencia de la salmonicultura. Esto porque, si bien, esta industria es un motor para el país, con el tiempo los ambientalistas han mirado con preocupación la actividad por sus grandes impactos en los ecosistemas marinos.

Según consignó EFE Verde, nuestro país es el segundo exportador de salmones a nivel mundial. Asimismo, después del cobre y el litio, la salmonicultura es la tercera industria que más exportamos.

Y con el tiempo las salmoneras se han ido expandiendo hacia el sur, específicamente en la región de Magallanes, contando con 85 permisos en trámite.

La expansión a Magallanes

El presidente de los Salmonicultores de Magallanes, Carlos Odebret, en conversación con EFE señaló que eso sucedió porque la región cuenta con gélidas aguas, evitando la formación de enfermedades en los salmones y reduciendo su mortalidad.

“Se dice que utilizamos más antibióticos que en otros países y es cierto, pero es que tenemos enfermedades distintas”, afirmó Odebret. E indicó que «luego se realiza un análisis para garantizar que no existan trazas en la carne”.

Los impactos ambientales

Sumado al uso de antibióticos y la constante amenaza a las especies nativas, la salmonicultura termina por “devastar” los suelos marinos porque en ellos se deposita la comida que los salmones no consumen, junto con sus heces.

La coordinadora de Campañas de Greenpeace, Estefanía González, comparó las granjas salmoneras con “acuarios que jamás se limpian”. Asimismo, señaló que “esta materia orgánica en descomposición va consumiendo todo el oxígeno”.

Según Greenpeace, el 50 % de los centros en la región de Magallanes presentó condiciones anaeróbicas (pérdida parcial o total de oxígeno).

La industria afirmó a EFE de que el daño “no es irreversible”. Y cuando hay condiciones anaeróbicas, la ley establece que los centros dejan de producir hasta que el fondo se restaura.

Superintendencia del Medio Ambiente

De acuerdo con la Superintendencia del Medio Ambiente, 80 procesos sancionatorios se han iniciado desde el 2013. Pero señalaron que sus capacidades de fiscalización en terreno son “escasas”.

Otro problema que involucra a la industria, es su presencia en aguas protegidas de la Patagonia. Una situación que el Presidente Boric se comprometió a solucionar y que el Ministerio del Medio Ambiente ya está «trazando una estrategia».