Incendios forestales en el Maule: comienza la coordinación para entregar ayuda a productores agrícolas

El incendio forestal en Río Blanco, en la alta montaña de Longaví, región del Maule, es una de las preocupaciones para las autoridades: si bien hasta este lunes no había afectación de viviendas, el interés estaba por la velocidad cambiante del viento precordillerano, junto a los factores topográficos que dificultan el acceso terrestre.

La ministra del Trabajo y enlace con la zona, Jeannette Jara, precisó que han sido seis mil las hectáreas afectadas en esta temporada, y que «se han tomado algunas medidas respecto al control de este incendio, a los recursos disponibles, por ejemplo, la solicitud de la brigada brasileña, conformada por 36 brigadistas, para extender su estadía en la zona. Por otro lado, además, el delegado regional Humberto Aqueveque ha solicitado a las brigadas forestales del Ejército, también, su incorporación en la fuerza de tarea para dicho combate».

La alerta roja sigue rigiendo. Aqueveque complementó esta situación con la decisión del ministerio de Agricultura de decretar emergencia agrícola. Este nuevo estado facilita el movimiento de recursos, acorde a la falta de riesgo de viviendas o infraestructura crítica:

«Para proceder también ya a la unificación de ciertos criterios, respecto a ayudas tempranas, que se van a desarrollar en el Maule. Nos vamos a enfocar en dos líneas de catastro: el productivo, avocada a la afectación agrícola, que no pasa del 20% respecto de las hectáreas consumidas en los distintos incendios y que han sido parte de la gestión de la emergencia».

Por lo pronto, un catastro inicial apunta a 500 productores del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) que se han visto perjudicados por las llamas, lo que se podría duplicar si se amplía el rango de ayudas tempranas. Además, este lunes comenzaron las gestiones para coordinar la distribución y entrega de apoyos, especialmente de forraje y alimentos para animales en los terrenos alcanzados por las llamas.