La realidad de las áreas protegidas en Chile: Problemas de gestión efectiva en «parques de papel»

En otro capítulo de Tu Nuevo ADN, Andrea Obaid conversó con César Guala, director del Programa Austral Patagonia de la Universidad Austral de Chile, sobre el Encuentro Nacional de Áreas Protegidas y Comunidades Portal 2022.

La instancia resulta de gran valor teniendo en cuenta la geografía de Chile con una amplia diversidad de ecosistemas y especies de carácter único. A raíz de esto es que se suman puntos relevantes para abordar temas sobre la protección de dicha naturaleza.

Actualmente, el 37% de la superficie nacional está protegida bajo alguna figura de conservación terrestre o marina. Así, con una administración correcta y eficiente, podría convertirse en un refugio para muchas especies.

Bajo este escenario es que se está desarrollando una nueva versión del Encuentro. Además, César profundizó sobre el contexto y los trabajos que se realizan específicamente en la Patagonia.

«Cerca del 50% de la protección de las áreas protegidas que hay en Chile están en Patagonia. En un ecosistema que es único; es un paraíso, un hotspot del mundo».

«Tiene sobre 40.000 islas (…) sobre 100.300 kilómetros de línea de costa (…) donde hay 10 reservas marinas y donde además se constituye la cuarta reserva mundial de agua«, detalló Guala.

Pero el especialista enfatizó a que «eso no ocurre en un vacío; eso ocurre en torno a comunidades que viven en torno a las áreas protegidas y que han tenido una relación histórica de articulación».

Gestión y actuación concreta

Sin embargo, más allá de lo que pueda contarse respecto a las cualidades de la naturaleza como tal, se apunta a los problemas e inconvenientes que existen en torno a la preservación.

En este sentido, César Guala habla de «parques de papel«, lo que trata de lo mucho que se puede decir acerca de la creación de «áreas protegidas para el desarrollo futuro de la humanidad», pero sin la acción concreta.

Apela a que lo importante es avanzar en la gestión efectiva; «que haya financiamiento para que CONAF pueda hacer la ‘pega’. Que haya participación efectiva de las personas que vivan ahí para resolver qué es lo que quieren que ocurra en ese territorio».

Asimismo, destaca los «planes de manejo. Esa planificación es fundamental«, ejemplificando su importancia en casos de áreas donde no podría haber salmonicultura.

Responsabilidades

Siguiendo esta línea, César indica que «hay un rol del Estado que es fundamental», reconociendo que la Corporación Nacional Forestal ha cumplido de la mejor manera con su trabajo, «pero no tiene financiamiento».

«De CONAF depende la administración efectiva de las áreas, pero requiere de una política de Estado que efectivamente se haga cargo de este tipo de cuestiones«, enfatizó.

Virtud de la naturaleza: complicación administrativa

Un punto que destacó Guala es la problematización que surge al momento de organizar el territorio, específicamente en la Patagonia, zona donde se especializa su labor.

Teniendo en cuenta que CONAF se ocupa de los parques terrestres y la Subpesca se encarga de los marinos en colaboración con el Ministerio del Medio Ambiente, se genera cierto conflicto.

«Resulta que en Patagonia, dada las características del territorio y del maritorio, en los parques nacionales terrestres también hay agua. Ahí se genera una especie de vacío administrativo«.

En definitiva, el reconocimiento formal recae en CONAF como responsable de este caso, aunque de manera reciente. Pero aquí es donde Guala vuelve a enfatizar en las «capacidades limitadas que tiene» la Corporación para sumir esta labor.