Gabriel Salazar y «La porfía constituyente»: “Este es un tema nuestro (…) y eso es lo que olvidan los señores políticos”

Este lunes, el Ciudadano ADN conversó con el Premio Nacional de Historia (2006), Gabriel Salazar, quien reflexionó sobre su nuevo libro: “La porfía constituyente” y la continuidad del proceso que busca una nueva Constitución para el país.   

Sobre este último punto, el académico expuso que «si uno escucha las noticias, uno piensa o podría creer que solo los políticos están trabajando en el proceso constituyente y ellos se sienten privilegiados que pueden hacer eso y se consideran expertos (…) pero olvidan que la masa ciudadana, es decir, todos nosotros, somos parte de este proceso”. 

“La soberanía es la que tiene que decidir los problemas de organización del Estado y eso está en nosotros. Nunca la soberanía ha radicado ni en el Estado, ni en la ley, ni en los políticos, siempre la soberanía es una cualidad inherente del pueblo”, agregó. 

«El poder constitucional ha sido usurpado…»

Bajo ese escenario, Gabriel Salazar puntualizó: «Entonces el libro dice: “Porfía constituyente», porque la ciudadanía seguimos creyendo que este es un tema nuestro, que tenemos que resolverlo nosotros, organizados en asambleas con capacidad de vinculación y eso es lo que olvidan los señores políticos, que creen que no existe este proceso profundo”.

El pueblo, “en 200 años de historia nunca han participado en los procesos constituyentes, entonces no sabemos actuar. Por eso, el poder constitucional ha sido usurpado en la práctica, por estos señores que se creen expertos, porque en 200 años se han apoderado del Estado, de la ley y de todo lo que implica el futuro del país», complementó el académico.

Consultado sobre si existe alguna diferencia entre este proceso constituyente y los anteriores registrado en el país, el Premio Nacional de Historia expresó: «Si uno mira la historia ciudadana y la mira desde abajo, lo que descubre es que el poder en este país lo constituye un empresariado que es burgués mercantil financiero, por el Ejército y la clase política, entonces normalmente, la oligarquía en el siglo XIX y comienzo del XX pudo hacer los que quiso, porque el Ejército la apoyó descaradamente”. 

“Y lo interesante de esta oportunidad, es que el Ejército no ha salido a la calle a masacrar al pueblo, es una excepción. Quedamos en presencia de la oligarquía, que es una minoría muy pequeña y la clase política, que no tiene poder de por sí, ni económico, ni militar, entonces, la estructura de poder está debilitada hoy y eso explica la desesperación con que se mueve la clase política y la denuncia constante de que hay riegos para todo el país por parte de la elite económica”.  

«Nadie ayuda al pueblo»

En esa línea, Gabriel Salazar afirmó que uno de los problemas “es que el pueblo no sabe avanzar solo en los procesos constituyentes, tiene que aprender el camino y lo está aprendiendo, pero es un proceso lento, porque nadie lo está ayudando”. 

“Las universidades están en otra, están jugando a la internacionalización y los partidos políticos juegan para sí mismo para la oligarquía. Hay un tremendo problema de educación ciudadana que no se ha desarrollado. ¿Dónde se enseña la historia de la ciudadanía? En ninguna parte”. 

Una sola solución

Respecto a cuál sería la solución para llevar adelante un proceso constitucional popular, Gabriel Salazar fue tajante y expuso: «Hay una sola solución, pero la ciudadanía tiene que encontrarla, pero como nadie la está ayudando a ser soberana, la única posibilidad que le queda es autoeducarse y eso es posible deliberando consigo misma, de forma ordenada, sistemática, científica, y eso hay que aprenderlo”. 

«Y hay solo dos actores sociales que pueden ayudar: los municipios, para ayudar al pueblo de deliberar en lo local y en vez de usar las universidades, usamos los colegios secundarios, donde están los expertos en lenguaje, en ciencias sociales, los de educación física, hay poder formativo”, indicó el académico.  

Finalmente, consultado sobre si participaría en el mecanismo de creación de una nueva Constitución, Gabriel Salazar manifestó: “Estoy dispuesto solo a ayudar en este proceso y de haber una asamblea no participará”.