«Estoy en recuperación»: Misionero chileno secuestrado en Haití habla por primera vez tras su liberación
Este martes fue liberado Esteban Zambrano, secuestrado la primera semana de junio cuando iba junto a su hija de 6 años a clases de español.
Este miércoles, Esteban Zambrano (32) habló por primera vez en la cuenta de Instagram «Familia Misionera Haití«. luego de haber sido liberado el martes gracias al trabajo de la Policía de Investigaciones.
En el video, la víctima de secuestro agradeció el apoyo de su comunidad misionera y de las personas que mostraron su preocupación y acompañaron a su familia los 13 días que estuvo retenido.
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Además, expuso algunos antecedentes del delito entre los que se encuentran la descripción de cómo ocurrieron los hechos, cómo fue liberada su hija y cómo fue el rescate. «Se logró la negociación final y pude salir. Ahora estoy en recuperación, tranquilizándome un poco y recibiendo mucho ánimo por parte de Dios», afirmó.
Las razones para hacer el video, según explica Zambrano, son para no fomentar la desinformación y para evitar que se difundan detalles innecesarios «porque no ayudaría a los procesos que estamos viviendo», sentenció en la red social.
El secuestro
Esteban Zambrano se encontraba en Puerto Príncipe realizando trabajos humanitarios como misionero cuando, de camino a clases de español, fue secuestrado violentamente por dos antisociales que luego exigieron -a través de un contacto telefónico- la suma de 100 mil dólares (más de 82 millones de pesos chilenos) por su liberación.
En ese momento, el chileno caminaba junto a su hija de 6 años, que fue liberada por los secuestradores tras la solicitud de Zambrano. Como la niña conocía el barrio, pudo llegar a su casa en la capital de Haití y avisar a su madre.
Según los testimonios de la esposa de Zambrano, Carolina Da Silva, ambos antisociales cargaban con armas de fuego que utilizaron para amenazar al misionero. En el momento del contacto para exigir el rescate, el chileno pudo hablar brevemente con su pareja, momento en el que declaró estar en buenas condiciones además de advertir que se encontraba con otras personas secuestradas.
Posterior al suceso, la mujer se puso en contacto con la embajada chilena en Haití, con la Interpol y con la policía del país caribeño. La Policía de Investigaciones en Chile colaboró con negociadores y detectives que finalmente derivaron en la liberación del misionero.