Ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno: «Si no existiera el coronavirus, de lo único que estaríamos hablando sería de la sequía»
Ciudadano ADN conversó con el titular de Obras Públicas -hoy en cuarentena tras dar positivo al COVID-19- sobre la caída de la actividad económica, la sequía y los trabajos propios de su cartera, que asegura, en su mayoría siguen en actividad.
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En cuarentena está el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, tras haber dado positivo por coronavirus. «He estado muy bien, no he tenido ningún sintoma, estoy en el día 11, y creo que esto no va a tener mayores consecuencias. Hasta ahora muy afortunado«, expresó en Ciudadano ADN quien fuera el primer miembro del gabinete en confirmarse con COVID-19.
Desde esa cuarentena observa noticias preocupantes como el desplome del IMACEC, que acaba de caer un 14,1 por ciento. «Esto lo hemos visto en todos los países del mundo, las caídas han sido enormes y nuestro país no ha sido la excepción», señaló Moreno, cuando los índices económicos de países vecinos como Perú caen en un 15 % o Argentina en casi un 20%.
Por eso, el titular de Obras Públicas aseguró que «el primer esfuerzo» de su cartera ha sido mantener las más de 1.000 obras en ejecución a lo largo del país, en puertos, aeropuertos, carreteras y protección del borde costero, siempre «buscando la seguridad de quienes trabajan». Una política en la que, asegura, «hemos tenido bastante éxito», ya que al ser trabajos que se desarrollan más entre ciudades que en zonas urbanas, se han visto menos afectados por las cuarentenas, además de ser «grandes obras que pueden tomar medidas de seguridad relevantes» y con un grado de ausentismo laboral «mucho menor que el resto de la economía».
La autoridad vislumbra que la inversión privada «va a tener muchas dificultades» para recuperar los números previos a la pandemia, advirtiendo que «no es fácil con poca demanda hacer nuevas inversiones». Por eso cree que mantener las obras públicas, «el brazo mas grande» de las inversiones estatales, «es vital». Del mismo modo, la cartera busca avanzar en proyectos, diseños y bases de licitación, de tal forma que «cuando se den las condiciones podamos tener mucho que ofrecer en esa materia. Eso mueve el empleo, las inversiones, los materiales de construcción, el transporte».
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Otra clara innovación laboral es el teletrabajo, ante el que Moreno cree que «hay cosas que cambiaron para siempre». Su repercusión es «no solamente con el Fisco, es una cosa que está cambiando la manera de trabajar en todo. Quizás la tecnología estaba de antes, pero esto fue el empujón final que nos obligó a hacer este cambio cultural. Esto ayuda a no tener que hacer este viaje todos los días de la casa a la oficina, que en ciudades como Santiago ocupa mucho tiempo para mucha gente». Sin embargo, cree que el trabajo a distancia «no reemplaza» al tradicional. «Usted ve la caída que tiene el producto. Hay cosas que van a quedarse en teletrabajo para siempre porque se descubrió que eran súper buenas, pero otras, como la inspección de obras, requieren estar».
Otra urgencia del ministerio son las obras para paliar los efectos de la sequía, sobretodo en la zona central. «Si no existiera el coronavirus, de lo único que estaríamos hablando seria de la sequía», aseguró Moreno, recordando que tras 11 años seguidos con escasez de agua, 2019 fue «el año más profundo» del problema desde que se llevan registros históricos. Por eso, la cartera está haciendo un «enorme esfuerzo» para no llegar a medidas como el racionamiento de agua y luz.
Moreno insistió en que la situación actual «no es una sequía», enfatizando que el escenario de menor agua caída y mayor temperatura tiene que ver con un fenómeno mayor. «Hay que convencerse que esto viene produciendo década a década», sobre todo entre las regiones de Atacama y Ñuble, explicó. «Lo que tenemos al frente es un cambio climático».
De ahí la necesidad de que Chile cuente con «las obras necesarias para convivir con ese nivel de agua menor que tenemos y vamos a tener», siguiendo el ejemplo de países del mundo que «tienen mucho menos agua que la zona central de Chile y viven perfectamente, porque tienen las obras». La Mesa Nacional del Agua convocada por el presidente Piñera, donde se desarrollará un Plan Nacional de obras de infraestructura va en esa sintonía. «Chile tiene mucha agua, pero no está igualmente distribuida. Hay mucha en la zona austral y muy poca en otros lugares, y no es fácil de mover de un lado a otro».
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Al respecto, la autoridad contempla «distintas soluciones para distintos lugares», priorizando la salinización para la zona norte y la reutilización de aguas servidas para la agricultura en la zona central. Del mismo modo, existe un «plan de embalse muy importante» para explotar los recursos existentes de mejor manera. «Tenemos que recargar los acuíferos con las aguas del invierno. Es mucho lo que se puede hacer a través de las obras», insistió.
Otra medida importante es el bono de emergencia por el Covid- 19 destinado a sectores rurales que no cuentan con agua potable. En diversas zonas del país, hay comunidades que se abastecen de agua a través de comités o pequeñas cooperativas, y hoy están quedando fuera de beneficios como el pago diferido de las grandes empresas urbanas. Se trata de cerca de 700.000 familias, por lo que se entregará un subsidio directo a cerca de 2.800 de esos comités. «Muchos podrían tener problemas para la producción», explicó el ministro, por lo que la medida podría «ayudar a vecinos con problemas a enfrentar la dificultad en el pago y no tengan que cortarle el suministro a nadie». La medida, anunció, se extenderá «al menos por 3 meses».
Otra consecuencia de la pandemia es la caída en el tráfico aéreo, que amenaza con retrasar la remodelación del Aeropuerto Arturo Merino Benítez. Sin embargo, Moreno aseguró que «las obras siguen tal como estaban planificadas», finalizando la construcción del nuevo terminal internacional y transformando el actual en terminal nacional, además de terminar el nuevo edificio de estacionamientos. «A fines de 2021 vamos a tener un gran aeropuerto», anunció el ministro, el que pasará de tener capacidad actual de 18 millones de pasajeros a 38 millones, «al nivel que le corresponde a nivel latinoamericano».
Moreno también explicó el «gatillo de inversión» que tiene la actual concesión del terminal aéreo: el contrato indica que si el tráfico aumenta hasta cierto nivel, tiene la obligación de hacer una nueva inversión, que alcance una capacidad de hasta 50 millones de pasajeros. Sin embargo, el ministro se toma esa cláusula con cautela: «Esos niveles se pensaban para el 2023 o 2024, pero dado lo que está pasando, es evidente que se va a atrasar».
Por último, la autoridad comentó sobre el «comunitarismo del siglo XXI» como consecuencia de la pandemia, que nos llevaría a ser «más pobres pero más felices», propuesto por el alcalde Joaquín Lavín en entrevista con El Mercurio. «No la leí, pero le puedo dar mi propia idea: creo que sin duda vamos a tener que hacer un esfuerzo de síntesis. Hemos tenido los 30 años del crecimiento más impactante de Chile en su historia. Nunca ha habido en la historia de Chile un desarrollo así. Hay que ver cómo podemos mantener eso, pero al mismo tiempo lo sucedido a partir de octubre y la pandemia nos mostraron que junto con todo eso que brilla, hay una serie de carencias de grupos de personas, como el agua potable. Mientras todos los chilenos vivimos con el agua a la vuelta de la llave y nos parece una cosa obvia, hay más de un millón de personas que todavía no tiene acceso. También hay 2 millones 400 de personas en Santiago y grandes ciudades que dicen que todos los días tienen relación con balaceras y narcotráfico. Son realidades muy opuestas en un mismo país o una misma ciudad. Tenemos que juntarnos, mirarnos, ver qué modificaciones hay que hacer y cómo podemos hacer un país mejor. La pandemia lo ha puesto muy de relieve. De esta salimos todos juntos, yendo cada uno para su lado no vamos a llegar a ninguna parte».