Uruguay enfrenta una crisis política por un narcotraficante

Un narcotraficante provoca una crisis política en Uruguay, que en una semana perdió a cuatro altos cargos de gobierno. El caso de la entrega irregular de un pasaporte al criminal Sebastián Marset, alcanza hasta la oficina del presidente Luis Lacalle. La fiscalía del país uruguayo incluso analiza citar a declarar al mandatario.

El primero en dejar el ejecutivo fue el ministro del interior Alberto Heber, seguido de su subsecretario Guillermo Maciel. Todo en medio de denuncias de corrupción por el pasaporte que obtuvo Marset cuando encarcelado en Emiratos Árabes Unidos en 2021. Las otras dos renuncias incluyeron a un amigo y asesor de Luis Lacalle.

El propio mandatario de Uruguay indicó que Roberto Lafluf dejaba de ser asesor en comunicación de la presidencia. También renunció al gobierno el canciller Francisco Bustillo, salpicado por la denuncia de la ex subsecretaria de relaciones exteriores Carolina Ache. La exfuncionaria lo implicó con unos polémicos audios.

Ache aseveró que Bustillo le pidió que perdiera su teléfono para eliminar una conversación de WhatsApp entre ella y Maciel. En ese breve chat el exsubsecretario advertía del prontuario de Marset. Esa prueba desmentiría toda la tesis del gobierno desde 2021, cuando argumentaron que desconocían quién era el narcotraficante.

El fiscal del caso evalúa pedir la declaración del presidente Lacalle, porque en una declaración no dijo la verdad sobre su asesor Lafluf destruyendo documentos oficiales que servían al caso. El País señala que Sebastián Marset es acusado en Uruguay de asesinar al fiscal antimafia Marcelo Pecci. El actual gobierno le concedería el pasaporte de forma exprés.

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