Gobierno argentino culpa a «la gente de Milei» por los robos y saqueos en diversas ciudades del país

Durante los últimos días se han registrado una gran cantidad de robos a tiendas y locales en Argentina, específicamente en Buenos Aires, Mendoza y Córdoba.

Desde el gobierno acusan a «la gente de Javier Milei» de ser la responsable de incentivar y organizar los saqueos en las ciudades trasandinas.

Milei es el candidato de ultraderecha que ganó en las primarias presidenciales, dejando atrás a los partidos políticos tradicionales del país.

Aníbal Fernández, ministro de Seguridad de Argentina, afirmó ante un medio nacional que «desde la semana pasada hemos detectado algunos intentos de armar, a través de WhatsApp, hechos de esas características». 

De acuerdo a sus palabras, estos sucesos no tienen mucho nivel de organización, pero apuntan a traer «confusión» al país, que desde hace algunos años atraviesa una crisis económica.

«Alguien lo está incentivando, buscando alguna alternativa que nada tiene que ver con un saqueo; es una vocación de generar un conflicto«, afirmó el secretario de Estado.

Milei acusa negligencia del gobierno

Ante esta situación, el candidato Javier Milei culpó al gobierno a través de una publicación en la red social X – exTwitter-.

«La Argentina no resiste más este modelo empobrecedor que se sostiene por la fuerza de quienes viven a costa del esfuerzo de los argentinos de bien«, afirmó.

«Una Argentina distinta es imposible con los mismos de siempre«, finalizó el ultraderechista apuntando al gobierno.

No obstante, la vocera de gobierno, Gabriela Cerruti, contestó las acusaciones de Milei y lo culpó directamente por los saqueos y robos en el país.

«Esta es una operación armada por la gente de Javier Milei que tiene por objetivo generar desestabilización, incertidumbre e ir contra la democracia», declaró.

«Son profundamente antidemocráticos, y por eso les digo que esta película la vimos un montón de veces. Si hay algo que la sociedad argentina sabe es parar a los antidemocráticos. No sean carne de cañón», concluyó Cerruti.