Se trata de una temporada récord de siniestros a gran escala. En cifras: durante las últimas horas se registraron cerca de 1.000 focos activos y más del 50% estarían fuera de control.
Pero hay más. Acorde a los números que maneja la autoridad, ya se quemaron 13,7 millones de hectáreas. Todo en un hecho que no tenía precedentes y cuyo último episodio similar había sido en 1989. Desde ya se apunta a que es posible que alcance mayores proporciones en las jornadas que siguen.
En esa misma línea, durante este sábado se debieron evacuar a 35 mil personas de sus hogares al estar ubicados en las zonas de mayor riesgo. Parte de esas localidades están en la provincia de Columbia Británica, donde ya fue declarado un estado de emergencia por parte de las autoridades.
«Incendios de 100 años en una noche»
Precisamente en esa zona se ubican más de 370 focos. «Luchamos contra incendios de 100 años en solo una noche», definió por su parte Jason Brolund, jefe de bomberos de West Kelowna, una de las ciudades en el centro de la emergencia.
Otro de las principales urbes afectadas fue Yellowknife, otra zona que amaneció como una ciudad fantasma. Esto último luego de que sus 20.000 habitantes evacuaran.
Y si hasta hace poco no había muertos y el balance en ese sentido era positivo, ahora se registran al menos cuatro personas fallecidas en lo que va de emergencia. Toda la situación provocó que el primer ministro Justin Trudeau convocara por segunda vez en 48 horas al Grupo de Respuesta a Incidentes, en una reunión para paliar parte de la crisis.
Si bien aún no se aclara la causa inicial, desde ya se maneja la hipótesis de intervención humana, al menos en la mayoría de incendios. Aquello sumado a la sequía de este 2023 y las altas temperaturas, funcionaron como caldo de cultivo para el problema.
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