El proyecto de anexión de los cuatro óblast ucranianos fue firmado el viernes por el presidente de Rusia, Vladimir Putin. La intención del gobierno de Moscú es rechazada por Estados Unidos y todos sus aliados occidentales. Como respuesta el ejecutivo de Kiev pidió su incorporación acelerada a la OTAN.
La decisión del Kremlin marca una escalada en la guerra con Ucrania y aleja las opciones de una tregua. El presidente ucraniano Volodimir Zelenski se atrevió a asegurar que no negociarán con Rusia mientras Putin esté en el gobierno. Diferentes actores internacionales buscan una alternativa para el conflicto bélico.
La zona del Donbás, que componen Donetsk y Lugansk, y Jersón son claves para la Federación de Rusia. Eso se debe a que las tres regiones unen por tierra al territorio ruso con la península de Crimea. Esa provincia fue anexada por Rusia en 2014 y ahora Zaporiyia pudiera aportarles energía con su central nuclear.
Reuters señala que el titular del parlamento ruso, Vyacheslav Volodin, destacó sobre la ley de anexión que «la decisión se tomó por unanimidad. Hay 89 entidades en la Federación de Rusia». El canciller ruso Sergei Lavrov felicitó a los dirigentes de las regiones ucranianas y dijo confiar en que la cámara alta también la aprobaría.
El presidente ruso Vladimir Putin con los líderes de las regiones separatistas / Contributor
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