Cristina Fernández comienza su declaración en el Senado por la «Causa Vialidad»: apunta al círculo del expresidente Macri
La actual vicepresidenta argentina acusó una campaña mediática en su contra, redes de espionaje del Poder Judicial y familiaridad en personas que no han sido indagadas con tanta atención.
En horas de la mañana de este martes la vicepresidenta de Argentina y exmandataria del país trasandino, Cristina Fernández de Kirchner llegó hasta el Congreso para dar su defensa en la llamada «Causa Vialidad»: un proceso judicial en el que el tribunal pide 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para el ejercicio de cargos públicos por asociación ilícita y administración fraudulenta para el enriquecimiento personal en la ejecución de obras viales en el sector de Santa Cruz. La acción, de comprobarse, habría implicado un fraude al fisco de US$926 millones.
Según la tesis de la fiscalía, la expresidenta habría estado a la cabeza de un cartel que adjudicó 51 obras de construcción al empresario Lázaro Báez. Dicha acción implicó la solicitud de decomiso de ARG$5.321 millones.
El sector de Recoleta, donde está la casa de la expresidenta, estuvo repleta de militantes que le mostraron su apoyo. A tal punto llegó la euforia que incluso llegó Hebe de Bonafini, titular de Madres de la Plaza de Mayo.
Una vez en el Senado, Fernández de Kirchner catalogó el proceso como un «guión» de los fiscales del caso, Diego Luciani y Sergio Mola: «Pedí que las audiencias sean televisadas y no me permitieron».
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Luego, ya desarrollando la causa misma, la vicepresidenta aseguró que 49 de las 51 obras que conforman el juicio de vialidad «fueron remitidas por la justicia federal de Rio Gallegos a la justicia provincial». En paralelo, Fernández aseguró que «la sentencia ya está escrita»: esto, por la forma en que la prensa ha cubierto el caso.
«Eran acusaciones que no eran tal, sino una ficción. Y bastante falso. Absolutamente nada de lo que dijeron fue probado. Y no solamente no fue probado, sino que además se comprobó que era exactamente al revés de lo que decían. Y lo pudimos ver por los propios testigos citados por el fiscal», señaló después CFK.
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Tras ello, Fernández citó a testigos del caso que señalaban que no existían obras sin atrasos ni postergaciones, particularmente en la Patagonia, donde los repuestos de máquinas son más difíciles de conseguir.
Otro de los puntos desarrollados por CFK fue de un «sistema de espionaje entre el (Poder) Judicial y la AFI (Agencia Federal de Inteligencia)»: una
«Se descubrió la Gestapo en la ciudad de la Plata, donde el ministro del Trabajo de la Gobernadora Vidal quería una Gestapo para los dirigentes sindicales. Cuando tuvo que ir a declarar, mandó a un abogado a declarar a la comisión bicameral. Ese abogado que declaró, según la jueza Salgado, es el que la sacó de las causas de lavado en San Isidro. Esto refleja finalmente cómo afloró un sistema judicial totalmente compenetrado con la persecución».
Otro de los recursos usados por Fernández fueron conversaciones entre el exsecretario de Obras Públicas José López durante el gobierno del expresidente Mauricio Macri y Nicolás Caputo, amigo de Macri. «La que se siente una boluda soy yo», resumió la vicepresidenta.
A eso del mediodía, Fernández de Kirchner seguía con su declaración.