Más de 500 personas fueron asesinadas en Myanmar desde el golpe de estado
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llamó a las autoridades de facto a emprender una "transición democrática seria".
La brutal represión de los agentes del régimen de facto no detiene las manifestaciones. Más de 500 ciudadanos perdieron la vida a manos de las fuerzas de seguridad de la junta militar que dirigió el golpe de estado en Myanmar. La Asociación de Asistencia a los Presos Políticos (AAPP) dijo que «hemos confirmado 510 muertes».
La organización no gubernamental precisó que el balance es «probablemente mucho más alto». La agrupación teme por el paradero de centenares de personas, detenidas en los dos últimos meses, que están desaparecidas. La irrupción del ejército implicó el derrocamiento de la mandataria electa Aung San Suu Kyi el 1 de febrero.
Las potencias mundiales intensificaron su condena ante la violenta campaña militar contra el movimiento pro democracia. Washington suspendió un pacto comercial con la ex Birmania y el jefe de la ONU, Antonio Guterres, pidió un frente global unido para presionar al régimen de facto que gobierna la nación asiática.
Las manifestaciones diarias enfrentan gases lacrimógenos, balas de goma y municiones reales. Guterres instó a los militares a emprender una «transición democrática seria». El titular de Naciones Unidas precisó que «es absolutamente inaceptable ver la violencia contra la gente a niveles tan altos, tanta gente muerta».
Antonio Guterres recalcó que «necesitamos más compromiso de la comunidad internacional para presionar a fin de asegurar que la situación se invierta». Sus palabras tuvieron eco en varios de los países más grandes del mundo. EEUU condenó «enérgicamente la violencia brutal» de la junta militar «contra la población civil».
Reuters informa que el consejo de seguridad de ONU se reunirá este miércoles para discutir la situación. El Reino Unido pidió la cita de emergencia, Francia condenó la violencia y China pidió moderación. Rusia dijo que estaba «muy preocupado» por el aumento de las bajas civiles.