Agentes de junta militar de Myanmar vuelven a disparar contra manifestantes
El papa Francisco pidió el cese de la violencia en contra de los manifestantes pacíficos.
La violencia que ejerce la dictadura en Myanmar no parece detenerse. La ciudad de Rangún amaneció este miércoles bajo el humo, en medio del decreto de ley marcial. Las fuerzas de seguridad de la junta militar volvieron a disparar en contra de manifestantes desarmados.
Los residentes del barrio industrial huyeron de la mayor urbe de la ex Birmania. La zona se convirtió en uno de los focos del levantamiento ciudadano en contra del golpe de estado que suma casi siete semanas. La violenta represión ya suma más de 200 personas fallecidas.
En una zona residencial los registros, verificados por AFP News, muestran ráfagas de disparos por al menos 15 segundos. «Hubo constantes disparos durante toda la noche y no pudimos dormir», dijo un residente. Un estudiante también denunció la fuerte presencia militar y policial.
El Mecanismo Investigador Independiente de la ONU para Birmania llamó a enviar información para construir un caso contra la junta militar. La comisión pidió extrema precaución a los denunciantes. Para ello decidió facilitar métodos para contactarlos de forma confidencial.
Los parlamentarios electos que se denominan «gobierno legítimo» llamaron a los grupos armados a «unir fuerzas» contra la dictadura. El Comité de Representantes de la Asamblea de la Unión aseveró que «el mal debe ser repelido». Esos legisladores no pudieron asumir por el golpe militar.
Reuters detalla que el papa Francisco pidió el cese de la violencia. Lo hizo en referencia al gesto de una monja que el 9 de marzo se puso de rodillas ante un grupo de soldados para evitar que disparasen. «Yo también me arrodillo en las calles de Myanmar para decir cese la violencia», dijo el líder católico.