Los millonarios préstamos del grupo inversionista Sartor a Ñublense declarados en las memorias anuales del club

La entrada de la administradora de inversiones Sartor a la propiedad de Azul Azul ha estado rodeada de incógnitas y polémicas. A comienzos de agosto, un reportaje de Ciper vinculó a Michael Clark, el actual presidente de la U. de Chile y representante de Sartor en el club, con Victoriano Cerda, presidente de Huachipato, y la familia Kiblisky, antiguos propietarios de Ñublense.

Ahora, una serie de documentos difundidos por Sebastián Núñez, miembro de la Asociación de Investigadores del Fútbol Chileno (Asifuch), informes disponibles en el sitio de la Comisión para el Mercado Financiero, exponen el nexo entre el grupo inversionista y la sociedad anónima que controla al club. 

La primera conexión entre ambas partes aparece en la memoria anual de 2019, con una hipoteca relacionada al complejo deportivo de los «Diablos Rojos», el que fue inaugurado en su primera etapa a fines de 2013.

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En el mismo informe del 2019, se informa que Ñublense mantiene una deuda con Sartor por un monto superior a 216 millones de pesos chilenos, dinero que sería pagado en 72 cuotas mensuales. Esto, debido a préstamos efectuados por el grupo durante esa temporada.

En cuanto a la deuda total del club con Sartor, ligada a la construcción del complejo deportivo, la suma es superior a los 1.000 millones de pesos chilenos. 

Además, en la memoria anual del año correspondiente al 2021 figuran préstamos de la administradora de inversiones por un monto superior a los 117 millones de pesos.

En medio del irrefutable vínculo comercial entre Sartor y Ñublense, hace algunos días la ministra del Deporte, Alexandra Benado, manifestó su intención de investigar la propiedad de los clubes chilenos. Precisamente, uno de los puntos que más inquieta a la titular de la cartera es la participación de un mismo grupo o personas en más de una institución.