«Se chifló»: Mónica se descontroló y sacó hasta al diablo tras jugarreta de los Lulos en Gran Hermano
La participante de la tercera edad se molestó porque la Pincoya, Coni, Raimundo y Fran intentaron esconderse de sus retos usando una torre de almohadas.
Mónica se descontroló tras la salida de Lucas Crespo en Gran Hermano. Y una vez más se fue contra el grupo de los Lulos, con quienes comparte pieza.
Es que el odio de la señora con Pincoya está desatado. Y le lanzó de todo luego de que Coni, Raimundo y Fran armaran una especie de «fuerte» con almohadas, para poder reírse tranquilos en la pieza.
Esto debido a que constantemente la veterana se molesta con las risas y bromas de la chilota y de la bailarina. Y, desde que Rai intensificó su relación con Fran, la pareja también ha buscado algo de intimidad en la habitación, lo que también le enoja.
Por eso, su descompensación fue absoluta. Y no encontró nada mejor que irse con todo contra una de las favoritas del público en el encierro.
Mónica, ¿se chifló?
Así, el conflicto se transformó en una guerra campal cuando Mónica se paró en medio de la noche y se dio cuenta de la torre de cojines.
Y no solo fue a «acusar» a los miembros de su pieza con los guarenes, armando un conflicto aún mayor, sino que comenzó a gritonear a Pincoya totalmente fuera de sí.
Un diálogo donde una y otra vez lanzó consignas como «yo no le tengo miedo», «estoy protegida por Jehová», «no tengo miedo de que me hagan algo» y «siempre conversando con los espejos», dejando entrever que, en su realidad paralela, la Pinco estaría haciéndole casi que una brujería.
Por eso, Jennifer, nombre real de la participante, le dijo de una a todos los guarenes que llegaron a meter cizaña a su pieza y «defender» a la odiosa abuela: «oye corten su show, yo no le estoy haciendo algo, soy bien creyente en Dios».
Sin embargo, la situación no se calmó. Y Twitter se fue contra la anciana, indicando que «se chifló», «le dio color», «sobreactuó» y que «cree que está hablando con el diablo».
De esta forma, Mónica sacó todas sus garras y todo su rosario contra Pincoya, en una jugarreta donde la chilota solo apoyó a sus amigos, que están cansados de que la más vieja de Gran Hermano los censure una y otra vez en su propia pieza.