• 18 OCT 2024

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Roberto Nicolini y el último adiós a Gladys del Río: «Tenía una cosa maravillosa, la dignidad»

El actor recordó la trayectoria teatral de la destacada artista, quien murió a los 79 años. Durante esta jornada fue homenajeada en La Cisterna y se realizaron sus funerales.

Gladys del Río

Este domingo se realizó el funeral de Gladys del Río, destacada actriz y comediante, quien murió la mañana del sábado a los 79 años producto de un paro cardiorrespiratorio, como consecuencia de distintas enfermedades de base y complicaciones recientes de salud.

Durante esta jornada se efectuó el velorio en la parroquia San Francisco de Asis, en la comuna de La Cisterna, en la que amigos y vecinos le rindieron múltiples homenajes. Incluso le cantaron «Ríe», tema característico del Jappening con Ja y que compuso su marido durante 46 años, el destacado músico y comediante Jorge Pedreros.

Luego, se realizó la sepultura en el Cementerio Parroquial de San Bernardo, ceremonia que encabezó la hija del matrimonio, Claudia Pedreros.

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Disciplina, humildad y trabajo

Uno de los asistentes al funeral de Gladys del Río fue el también actor y exanimador de Pipiripao, Roberto Nicolini, uno de los más cercanos a la artista y quien mostró una arista de ella menos conocida, pero muy importante: su rol como actriz de teatro.

Recordemos que Del Río fue una de las fundadoras del Teatro Teknos en 1958, de la Universidad Técnica del Estado (UTE), predecesora de la actual Universidad de Santiago (Usach).

«Me invitó a trabajar con ella en las carpas de circo para eventos de Navidad. Terminaron siendo cinco años. Ella tenía una cosa maravillosa: la dignidad. Se paraba arriba del escenario triunfante o no», señaló Nicolini en conversación con Las Últimas Noticias.

Además, expresó que «la Gladys era un referente de disciplina, de humildad y de trabajo. Si la función era a las ocho de la tarde, ella se instalaba a las cinco con un sándwich. Era amada por todos los técnicos del teatro».

De hecho, Roberto Nicolini reveló una anécdota muy especial de Gladys del Río: todos los domingos cambiaba la vestimenta de su personaje. «Siempre se producía muy bien, por el teatro daba todo. La obra duraba una hora y 30 minutos y se alargaba hasta las dos horas y media, incluso cuando hacía dos funciones diarias», relató.

El velorio de Gladys del Río en La Cisterna. Foto: Agencia Uno

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