Yerko Puchento se reinventa y debuta en el streaming con «Yértigo, el desahogo de Chile»: «Dijimos tantos años ‘y va a quedar la cagá’, que cuando quedó, Yerko tenía que estar»
Daniel Alcaíno, el hombre tras el personaje, conversó con Ciudadano ADN sobre esta nueva experiencia que adapta a Yerko Puchento a las nuevas plataformas de contenido, además de buscar interpretar un Chile que, asegura, cambió para siempre tras el estallido social.
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Yerko Puchento está de vuelta, esta vez con su propio programa por streaming. «Yértigo, el desahogo de Chile» será un show en vivo a través de su sitio web, donde -con su humor ácido habitual- analizará la contingencia nacional. El estreno está fijado para el 6 de agosto a las 20:00 horas.
«Pasamos por la Pamela Jiles corriendo como Naruto, el dedo de Navarro, el 10%, el compañero Moreira, compañero Desbordes, muchas cosas que están pasando en Chile y nos están sorprendiendo», según adelantó el actor detrás del célebre personaje, Daniel Alcaíno, en Ciudadano ADN.
Para el intérprete, el regreso de Yerko es una posibilidad para conectar con un Chile distinto, más exigente y crítico. «Después del estallido social Chile cambió, la gente tiene la mirada más atenta y desconfía más. Estamos ad portas de una nueva Constitución, haciendo fisuras al modelo económico que creíamos inamovible, sacando el 10% de la AFP como la gran cosa, producto de que el Gobierno ha llegado tarde y con poco. Dijimos tantos años ‘y va a quedar la cagá’, que cuando quedó, Yerko tenía que estar».
Mientras se prepara para este debut en el streaming, Alcaíno pasa la cuarentena con su esposa, la actriz Berta Lasala, el hijo de ambos, Emiliano, y con un sobrino que estudia teatro. «Nos entretenemos, hacemos pan de masa madre. Esta es una instancia súper rica para aprovechar en familia, ver crecer a tu hijo, que el uniforme de marzo le queda chico, que el cuaderno está ahí junto con las 200 lucas en útiles escolares que no va a usar», confesó con humor.
En este contexto, y según el intérprete, «en algún momento Yerko tenía que estar. Uno siempre vive con una patita afuera». Alcaíno se reconoce atento a la contingencia y consumidor de noticias, aunque «no veo mucha televisión porque me da rabia. Cuando salía Mañalich, para qué. Prefería leer para informarme».
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Yerko vuelve con su compañero de siempre, el guionista Jorge López, con quien forma una dupla desde la escuela de teatro. «Ahí nos conocimos y empezamos a jugar con los personajes, a mí me gustaban sus ideas y a él como yo las hacía. Es la pareja con la que más he durado». Ambos dieron vida a personajes como Peter Veneno, viajaron con el mundo con Yerko, y fueron parte del histórico equipo del director Gonzalo Bertrán, en Canal 13. «Me siento parte de una camada de gente de televisión donde hicimos equipo, una tele antigua, clásica. Yo aprendí mucho en la tele, que para alguna gente de teatro es venderse, y a lo mejor es venderse, pero yo vivo en un país difícil».
El personaje de Yerko Puchento, asegura, la ha traído las mayores satisfacciones de su carrera. «A mucha gente le gusta el humor de Yerko, me dicen ‘usted es la voz del pueblo'». Pero ahora que se enfrenta a un nuevo formato, reconoce que «me empezó a entrar un nervio. Me acordé de 19 años haciendo cosas en Canal 13, donde al despertar del día viernes siempre tenía tres furgones afuera de la casa de los programas de farándula preguntándome cosas. Es difícil hacer humor con nombre y apellido. Nos critican que somos de un lado o del otro, pero le hemos dado al Partido Socialista y a la UDI, a los hombres que dicen chambonadas, Junior Playboy y también a la Luli. Hasta al mismo dueño de Canal 13, o a Nicolás Eyzaguirre. Hueviémonos nosotros mismos también. Hay que aprender a reírse, porque si no esto es una olla a presión que no se suelta por ninguna parte. El humor ayuda a catalizar. Se ahorran un Armonyl».
Su debut en el streaming aún le genera dudas, principalmente por la ausencia de feedback del público. «Cuando hablaba con coleguitas comediantes, siempre me dicen ‘no está la risa’, y uno vive de la risa, o cambia la rutina si no hay reacción. Aquí no, voy a estar en una bodega entre cuatro paredes, parece acuerdo de la Concertación con el Gobierno», reconoce. «Lo que me tranquiliza es haber pasado por la Escuela de Teatro y haber hecho muchas obras donde uno siempre lo hace igual y no hay público».
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Sin embargo, se niega a adelantar parte de su rutina. «A mí me gusta improvisar y al Jorge también. Tenemos una base pero lo otro se va dando en el juego». Eso sí, desclasificó detalles de «Yértigo», como la posibilidad de que la gente escriba y envíe preguntas, además de un invitado todos los programas. «No voy a estar tan solo. Puede estar la Diana, Lucho Jara, Paredes o Caszely».
«Nos trajimos Vértigo para la casa. Nos salía muy caro contratar a Diana y Martín, así que le pusimos Yértigo», expresó como resumen de su nuevo proyecto, donde usará la contingencia a su favor. «Yerko es como un mono porfiado, hemos tenido demandas, de todo. Pero cuando el personaje se domina, ya lo hago hace 20 años, tengo la confianza de conocer al caballo, y también con Jorge me entiendo a la perfección».
Por ahora, con una televisión abierta en crisis, un regreso a ese formato no está en los planes ni de Alcaíno ni de Jorge López. «Está difícil. Desde el estallido social, la tele ha demostrado que no refleja lo que está ocurriendo en la calle. Chile se volcó a la calle y la gente, cada vez que veía un logo de televisón, gritaba y se desahogaba, sintiendo que el periodista no iba a decir lo que estaba ocurriendo. Son rechazados en las marchas igual que los partidos políticos», consideró sobre un movimiento social que definió el Chile actual. «Ha resurgido la bandera mapuche como símbolo de una lucha que estamos dispuestos a luchar por nuestra dignidad. La gente le puso Plaza de la Dignidad porque es lo que queremos lograr». Por eso, también reconoce que hay que tener «más cuidado con las cosas con las que nos podemos reír. El tema de la integración, el tema LGBT, los pueblos originarios, y la mujer, son punta de lanza de todas las luchas de Chile», sostuvo.