Economista Hermann González por último IPC: «Hay que mirarlo con cuidado, porque también refleja la debilidad que está teniendo la economía»

El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) mostró que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de octubre registró una variación de 0,4%, acumulando 3,7% desde enero pasado y de 5,0% en 12 meses. Las divisiones con aumentos fueron alimentos, bebidas no alcohólicas, vivienda y servicios básicos. Una buena noticia, a juicio del coordinador macroeconómico del Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales de la Universidad Católica (Clapes UC), Hermann González. Lo destacó la mañana de este jueves en ADN Hoy:

«Hay buenas noticias para la inflación: llegó a 14% en términos interanual, la meta del Banco Central es 3%. Ha venido bajando de manera bastante sostenida la inflación. Es muy probable que en diciembre cerremos el año con una inflación cercana al 4%, que es una inflación bastante más normal, más razonable y encaminándose al 3%, que es la meta del Banco Central».

Pero hizo una advertencia:

«El dato de ayer hay que mirarlo con cuidado, porque también refleja la debilidad que está teniendo la economía. Si uno mira la inflación sin volátiles, es 0% y ha estado así los últimos 4 o 5 meses. Revela que más allá de alzas específicas, como el precio de la gasolina o de ciertos alimentos, la inflación más tendencial de la economía está bastante baja y eso es reflejo de una economía que está prácticamente estancada, que no crece, y eso contribuye a una inflación a la baja. Desde ese punto de vista, no es tan buena la noticia».

La baja en el IPC, pese al alza en el tipo de cambio, presionará las decisiones del Banco Central (BC), a juicio del economista: «Ca a tener que acelerar el tranco en los recortes de tasa de interés, asumiendo, en parte, el costo que significa (…) El desafío será recortar tasas para una economía estancada, con tasas de interés que están siendo muy contractivas; y asumiendo que tendrá costos en materia de depreciación del tipo de cambio y que hace subir los precios. Pero en un contexto de economía débil, el alza del tipo de cambios tiene un impacto menor en el alza de precios porque es mucho más difícil traspasar las alzas de costos a los precios al consumidor».

Con todo, la macroeconomía se ha ido normalizando, en comparación a, por ejemplo, 2021, con una economía sobrecalentada a raíz de los retiros de los fondos previsionales.

Recordó González: «En la época de los retiros y estímulos fiscales en 2021, que fueron bien agresivos, la economía acumuló desequilibrios: un déficit fiscal muy grande, uno de cuenta corriente que llegó a 10% del PIB e inflación del 14%, y toda esa combinación era insostenible. Por lo tanto, gradualmente la economía ha ido cerrando esos déficits: la cuenta corriente se está normalizando, la situación fiscal también, cerramos los déficits fiscal, el año pasado el gasto público tuvo un ajuste muy fuerte, lo que hace que la inflación vuelva a niveles relativamente normales».

«Desde el punto de vista macroeconómico hoy estamos en una mejor posición que la de un año atrás, uyn año y medio atrás. Es importante, porque enfrentamos una serie de riesgos externos: la macroeconomía China o la situación fiscal en Estados Unidos. Hay riesgos relevantes que podrían impactar a la economía chilena. Hoy Chile está mejor preparado para enfrentar un eventual choque externo. Desde la incertidumbre económica, es cierto que se ha reducido. El peak se alcanzó el año pasado. Y tiene que ver con que se han resolviendo parcialmente parte de los debates (el tema constitucional, aunque no esté cerrado completamente, sabemos que en diciembre va a cerrar)», añadió.

 Estancamiento

Sin embargo el IPC bajo, la economía chilena se encuentra estancada en cuanto a crecimiento. Es un diagnóstico compartido por quienes saben y que propone desafíos, sobre todo para las autoridades:

«La economía chilena tiene una serie de desafíos: al mirar la actividad económica, se ve que el Imacec está igual que hace dos años atrás, que la economía no está creando empleos. Hay un enorme desafío de cómo impulsar la creación de empleos, no solo en el corto plazo; sino que la capacidad de crecimeinto de la economía ha venido decayendo sostenidamente en el último año. Por lo tanto, faltan incentivos para la inversión (…) Es importante que se empiecen a dar señales y se generen mayores certezas para que el sector privado vuelva a invertir, a tener confianza, a contratar, a generar empleos, porque eso es lo que falta: la economía se está normalizando, pero se da en un contexto de falta de crecimiento, ausencia de creación de empleo, incertidumbre que ha caído, pero que sigue alta. Falta bastante para que volvamos a tener tasas robustas de crecimiento».

Para ello, que las autoridades reconozcan la importancia del crecimiento «es central», al menos en lo discursivo. Y que el ministro de Economía, Nicolás Grau, apuntara a la «permisología», aporta:

«Van en la dirección correcta. El diagnóstico común es que la permisología está frenando el crecimiento económico y afectando la productividad, es un problema grande, pero por lo mismo no es un problema fácil de resolver (…) La economía se mueve mucho en base a las señales y la claridad de las reglas del juego. Hay un tema abierto: el tributario. Así como el Constitucional sigue abierto, el tributario ha estado abierto hace varios años. Todavía no tenemos claridad, el mercado y los agentes económicos, de lo que pasará con el tema tributario, lo que hace bien difícil que se materialicen proyectos de inversión».