Cambiarle la cara al centro: la carrera por transformar antiguos edificios de oficinas en departamentos

La cruzada de las autoridades por recuperar el centro de Santiago cumplió el pasado mes de agosto una etapa vital. Se logró completar el 100% de la limpieza de 8 kilómetros de fachadas en la Alameda, desde Vicuña Mackenna en la comuna de Santiago, hasta el nudo Pajaritos en el límite de Estación Central con Lo Prado. La primera parte del proyecto consideró la pintura de 50.000 metros cuadrados, junto con el compromiso de mantenerlas durante 3 años en caso de nuevos rayados.

«Nunca más destruir lo que nos pertenece a todos. Valoremos el patrimonio arquitectónico histórico de nuestro país. Esa es una lección que tenemos que enseñarles a las nuevas generaciones«, dijo en esa oportunidad el gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego. Hace pocos días comenzó la segunda etapa del proyecto, que contempla la limpieza de 51 monumentos públicos y una larga lista de mobiliario urbano.

Este ánimo de cambiarle la cara al centro de Santiago y traer de vuelta a las personas y no solamente a la población flotante que abandona rápidamente el sector en horas de la tarde durante la semana, ha encontrado eco entre inversionistas que miran con interés el actual estado de distintos edificios de oficinas que con los años han quedado vacantes y que según cifras preliminares que manejan algunas empresas privadas parten en los 55 mil metros cuadrados.

El histórico edificio de Almacenes París

Tal es el caso del emblemático edificio de Almacenes París ubicado en Alameda y San Antonio, construido en la década de 1940 y que cerró como tal en enero de 2021 y que está en la mira de la firma Kayco International Group, que según fuentes de ADN hizo hace pocos días una nueva oferta por la estructura, de 30 UF por metro cuadrado, la cual en las últimas horas todavía no había sido respondida por Cencosud, propietaria del edificio.

Según explica el director de la firma, Marcos Kaplún, «es la esquina donde pasa más gente en Chile, dos millones y medio de personas, y está cerrado hace tres años. Tiene que ser el 80% del edificio. Tiene 9 mil metros cuadrados, el piso de abajo es comercial y ocho pisos hacia arriba, en esos ocho pisos cabrían 177 departamentos».

El empresario, que tiene su oficina en el centro, valora que poco a poco el aspecto de sus rincones más característicos han ido mejorando, pero advierte que es vital el retorno de las personas: “el otro día me fui a las 20:00 horas y me fui por Huérfanos hacia arriba, hacia el cerro (Santa Lucía) y está precioso, cambiaron la iluminación, luces más bajas, se ve precioso el centro, pero la gente empieza a irse a las cuatro o cinco de la tarde”, lamentó en su conversación con ADN.

«En la medida que todas esas oficinas vacías se puedan transformar en departamentos, va a tener vida todo el día», dijo Kaplún, mientras espera una respuesta de la firma de retail y sigue destacando las ventajas de la estructura que albergó por más de 70 años a la tienda: «es un edificio que tiene ventanas por todos lados y el reglamento exige que tiene que haber luz natural».

Por otro lado, destaca la importancia de reconvertir las oficinas del centro de Santiago, cuya vacancia ha ido en aumento: «no pueden volver a ser lo que eran, si alguien quiere arrendar, vale la tercera parte que en épocas normales. Ahora un dueño de oficina en el centro tiene cuatro grandes costos, el bancario, los gastos comunes, las contribuciones y los seguros. Y llevan dos o tres años sin poder arrendar«.

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El edificio Enel

Otro ícono del centro de la capital es la imponente estructura del edificio de la empresa Enel, que se encuentra próximo a la esquina de avenida Santa Rosa y la Alameda. Sin embargo, la eléctrica anunció a inicios de este año su mudanza al Mercado Urbano Tobalaba (MUT), un complejo ubicado en el nudo Providencia-Apoquindo-Tobalaba, cuya primera etapa fue recientemente inaugurada.

Será una suerte de intercambio pues la firma Territoria, desarrolladora del MUT, a su vez anunció que va a instalar en el céntrico terreno de 9 mil 500 metros cuadrados, un proyecto integral de edificios de vivienda, un centro comercial, un mercado de comidas y productos, tiendas para emprendedores, comercio y servicios.

En conversación con ADN, Ignacio Salazar, socio de Territoria explicó que ven un potencial en la parte sur de Alameda: «pensamos que tenemos una responsabilidad de integrarnos, de transmitir la identidad del centro de Santiago a través de este proyecto, potenciar esa identidad y agregar aspectos que son muy carentes en esa zona de la ciudad que son espacios verdes».

Sobre el cambio de cara al centro de Santiago, Salazar indica que «las ciudades son animales vivos, esto es un ciclo, Santiago centro probablemente por todo lo que ha pasado en los últimos tres años está enfermo, pero, como un cuerpo vivo, se va a mejorar porque es el corazón de la ciudad. Si el corazón no late la ciudad se muere. Creo firmemente que se va a volver a convertir en un lugar muy vibrante».

El objetivo del proyecto en Santa Rosa es desarrollar espacios verdes verticales de acceso público, utilizar energía limpia, reutilizar aguas grises para el riego de jardines y un programa de basura cero: «no queremos mandar ningún camión a vertedero», puntualizó Salazar.

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La tendencia internacional por transformar los edificios

La citada empresa Kayco firmó una asociación estratégica con el grupo español Kalam, que está especializado en los proyectos y rehabilitaciones de esta especie. Fueron invitados a la Comisión de Vivienda del Senado, donde se discutió sobre la importancia de volver a invertir en los centros de las ciudades, también como una forma de paliar el serio déficit habitacional.

En la instancia el gerente general de Kalam Chile S.A., Javier Latorre, detalló que «la reutilización adaptativa es sustentable, genera menos residuos, menos contaminación para trabajar sobre edificios existentes, los tiempos de ejecución y puesta en valor se acortan considerablemente. Para construir un edificio nuevo son entre 2 y 4 años, dependiendo del tamaño del edificio. En un proceso de rehabilitación de un edificio existente son hasta 14 meses máximo. Y hay que considerar que cada vez hay menos suelo disponible».

Por su parte la asesora legislativa del Ministerio de Vivienda, Jeannette Tapia, informó que las autoridades ya han tomado conocimiento de las iniciativas de estas empresas privadas, aunque recalcó que «no es tan fácil, la normativa hace poco viable la alternativa y los costos de reconversión son altos. Estamos trabajando en la materia, dos divisiones la están viendo, la de Desarrollo Urbano y la División Técnica y lo estamos analizando caso a caso. También depende de edificios más antiguos como Almacenes París y otros más nuevos en situación de desalojo».

Respecto al valor que puedan alcanzar las nuevas viviendas en edificios reconvertidos, Marcos Kaplun indicó que «hay que tratar de comprar edificios a precio muy bajo, entre 20 y 25 UF (por metro cuadrado) para que después, transformado a vivienda, no cueste más de 50 UF el metro cuadrado, lo que significa que los departamentos estarán alrededor de 2 mil, 2 mil 500 UF dependiendo del metraje».

«Se lo dije a la alcaldesa (Irací Hassler). El centro tiene todos los servicios, el centro no se inunda, los barrios sí cuando llueve mucho. Es un tema de mucha actualidad», finalizó el empresario.