Banco Central activa requerimiento de capital contracíclico para la banca: presidenta aterriza efectos y sector advierte consecuencias en el crédito

Hay condiciones financieras arrastradas de 2022, como la quiebra del Silicon Valley Bank, que hicieron que el Banco Central (BC) levantara las alarmas. A ello se suma también que son alarmas propagadas en el mundo.

El ente regulador informó, el martes, de la activación del requerimiento de capital contracíclico (RCC) para la banca. En simple, lo que está pidiendo es un colchón adicional de dinero a los bancos de Chile para hacer frente a posibles riesgos que, en este caso particular, podría ser sobre todo externo.

Lo que considera el BC es el 0,5% de los activos ponderados por riesgo, lo que se podría traducir en aproximadamente US$1.500 millones, en un periodo de un año.

Como efecto inmediato, la Bolsa de Santiago cayó, este miércoles, interpretando la decisión del BC como menos cantidad de dinero para poner en crédito.

Pero la presidenta del Banco Central, Rossana Costa, aterrizó las consecuencias:

«En la coyuntura actual, el consejo estima que la activación de requerimiento de capital contracíclico tendrá efectos acotados y transitorios en la evolución del crédito. Esto, considerando que la banca cuenta, con holguras, el monto activado es razonable y el plazo de concreción es lo suficientemente largo».

El mismo BC  aseguró que 22 de 49 economías que disponen de esta herramienta la han activado.

Efectos

El acceso al crédito se debería encarecer. Ese podría ser un efecto inmediato. Pero Javier Mella, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Los Andes, y Ph.D. en Finanzas, agregó:

«Es un colchón que se puede ocupar en caso de que las cosas tengan comportamiento extremadamente negativo. Lo más probable es que no lo terminemos ocupando. Mi impresión es que debiese ser relativamente marginal, justamente porque los bancos, en promedio, ya tienen ciertos niveles de holgura. El efecto no debiese ser significativo».

Por su parte, José Manuel Mena, presidente de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF), contó que han solicitado reuniones con autoridades para conocer antecedentes de la decisión:

«Dada la relevancia de esta norma, queremos entender y analizar cuáles son los modelos económicos y financieros que están detrás de la medida adoptada, situación que esperamos abordar en las instancias correspondientes. Desde ya planteamos que estamos preocupados por el efecto en el crédito en nuestro país, tanto de consumo, hipotecarios como a empresas de distinto tamaño y en diversos sectores económicos. En un primer análisis, las exigencias de mayor capital tienen un efecto contractivo en el crédito y no entendemos cómo esto se concilia con el escenario económico vigente. Del mismo modo, creemos que la banca chilena muestra altos niveles de capitalización que son base de su solvencia, como así su fortaleza ante escenarios de estrés severos como los vividos con las crisis financieras de inicios de año».