Dario Sztajnszrajber presentó su nuevo libro «El amor es imposible»: «Es una invitación a desarmar las ideas tajantes que tenemos»

En el Ciudadano ADN tuvimos la oportunidad de conversar con el escritor argentino Dario Sztajnszrajber, quien nos vino a presentar su nuevo libro «El amor es imposible».

«Lo único tajante del libro es el título, porque después es una invitación a desarmar las ideas tajantes que tenemos sobre el amor», comenzó diciendo el autor.

A lo anterior, el divulgador de filosofía agregó que «nuestro dispositivo social, aquel en el que estamos insertos, busca permanentemente que todo carezca de matices y sea como una maquinaria».

«Allí el amor se vuelve un objeto de consumo y que a uno lo hace feliz, en cierto formato de la felicidad más ansiolítico y tranquilizante. El amor, para el sentido común, está más cerca de un clonazepam», planteó.

Reflexiones sobre el concepto del amor

Dario Sztajnszrajber explicó que en su más reciente trabajo literario habla de manera crítica sobre cómo «en nuestra cultura se le llama a todo amor».

«Los griegos tenían como mínimo entre 5 o 7 formas distintas para hablar de amor, pero que no tenían relación entre sí. Y para nosotros todo es amor: el amor por la pareja, sexual, por Dios», dijo.

«La misma palabra con la que le dices amor a alguien con la que tienes un vínculo sexoafectivo, la usas para hablar del amor a Dios. ¿Dónde estás trasladando la promiscuidad ahí?», comentó Sztajnszrajber.

Relaciones más allá de lo establecido

Por otra parte, Dario Sztajnszrajber planteó que en su libro empieza todo un recorrido, desde el amor sexoafectivo hasta el amor como un encuentro con el otro, «entendiendo que el otro es la figura de lo inabordable».

«Ese otro en nuestras sociedades heteronormativas la entendemos como la pareja y como la pareja humana. Yo termino hablando del amor a una perra, Mina, quien me cambió la lógica del amor», dijo.

«Le debo a Mina, esta perra que convive conmigo, el haber transformado la relación amorosa con mi actual novia. Dije, ‘ah, pará, se puede ir por otro lado’. Cuánto necesitamos aprender de lo animal, pero que tiene que ver con nuestra propia animalidad que está domesticada», reflexionó.