• 16 OCT 2024

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Científicos nacionales crean el primer whisky sustentable elaborado solo con ingredientes chilenos

Investigadores del Instituto Milenio de Biología Integrativa (iBio) lograron mejorar genéticamente levaduras chilenas para que sean fermentadoras de este licor.

El whisky es una bebida destilada muy popular en todo el mundo, y su consumo está en aumento en Chile. De acuerdo con cifras de la industria, las ventas de whisky crecen a un ritmo del 50% cada año en el país, con un consumo promedio de 1,2 litros por persona.

Aunque el whisky es originario de Irlanda, científicos chilenos del Instituto Milenio de Biología Integrativa (iBio) se han embarcado en un proyecto ambicioso: crear el primer whisky hecho exclusivamente con ingredientes locales que capturen la esencia de la naturaleza chilena.

El equipo de científicos comenzó en 2017 a recolectar levaduras de las cortezas de árboles nativos en bosques de todo Chile. Estas levaduras se han llevado al laboratorio y se están mejorando genéticamente para que sean fermentadoras de whisky, en un proceso que ha llevado alrededor de dos años.

Francisco Cubillos, investigador del iBio, destacó que Chile tiene una amplia variedad de atributos naturales y es productor de todos los insumos y componentes necesarios para la elaboración del whisky. Además, el proceso de creación se centra en utilizar solo componentes locales, desde la malta hasta las levaduras y todo lo necesario para la maduración y generación del whisky. Esto se hace con un fuerte énfasis en la sostenibilidad, reutilizando recursos vegetales nacionales en lugar de recurrir a las turbas, que son un reservorio de carbón importante para combatir el cambio climático.

Otros posibles destilados

El proyecto se está llevando a cabo en colaboración con la destilería Esenlid. Los expertos de la destilería trabajan en conjunto con los científicos del iBio, evaluando los avances y midiendo el potencial de cada paso hacia la creación del primer whisky nativo. Actualmente, se encuentran en la fase de laboratorio y pruebas iniciales, y se espera que una primera versión esté disponible en dos años, con una producción a nivel comercial proyectada en un período de cinco años.

Según Cubillos, este trabajo biológico y químico complejo no solo dará lugar al primer whisky nativo, sino que también allanará el camino para experimentar con otros fermentados que aprovechen la biodiversidad de Chile, como la sidra.

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