• 05 OCT 2024

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Estudio sugiere que la vitamina D podría reducir el riesgo de ataques cardíacos

La responsable de la investigación señaló que son resultados preliminares y que no se deben tomar estos suplementos sin consultar a un médico.

Un reciente estudio sugiere que los suplementos de vitamina D podrían reducir el riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Aunque la investigación solo reporta una pequeña disminución en el riesgo de un «evento cardiovascular importante» al tomar vitamina D, es útil para entender la relación entre estos y otros factores de salud.

El estudio, liderado por la epidemióloga Rachel Neale del Instituto de Investigación Médica QIMR Berghofer en Australia, es el segundo más grande hasta la fecha que examina los suplementos de vitamina D y el riesgo de enfermedad cardiovascular.

El estudio incluyó a 21,302 pacientes de entre 60 y 84 años. Los participantes recibieron un suplemento de vitamina D o un placebo durante hasta cinco años. Alrededor del 80% de aquellos en el grupo de vitamina D continuaron tomando sus suplementos al final de los cinco años.

En el grupo de vitamina D, el 6% de los participantes experimentó un evento cardiovascular importante, en comparación con el 6.6% de los participantes que tomaron un placebo. En términos de ataques cardíacos específicamente, la tasa fue un 19% más baja en el grupo de vitamina D, mientras que no hubo diferencia en la tasa de accidentes cerebrovasculares.

No tomar sin consultar a un médico

Las estadísticas mostraron un mayor beneficio de los suplementos de vitamina D para aquellos que tomaban estatinas (medicamentos usados para bajar el colesterol) u otra forma de medicamento para la salud del corazón cuando comenzó el ensayo.

Neale enfatiza que nadie debería comenzar a tomar suplementos de vitamina D para su corazón sin antes consultar a un médico, especialmente las personas mayores con condiciones existentes. Mientras tanto, el debate sobre los suplementos continúa. Si está interesado en aumentar la vitamina D de manera más natural, la respuesta es mucha luz solar y alimentos, incluyendo pescado graso y yemas de huevo.

La investigación ha sido publicada en el BMJ.

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