Geckos: las dos nuevas especies que se instalaron en Santiago

Dos especies exóticas invasoras provenientes del Mediterráneo y de Rapa Nui se han visto desde hace un tiempo en la capital de Chile, Santiago: los llamados geckos.

Uno de ellos, el gecko enlutado o lepidodactylus lugubris, vive en Rapa Nui desde principios del siglo XIX, pero nunca había llegado hasta el continente, hasta ahora.

Este reptil vive en las islas del indo-pacífico, y de a poco ha poblado distintos lugares, como en Centro de América, y algunos países de Sudamérica como Ecuador, Brasil y Venezuela.

Según consigna El Mercurio, el herpetólogo (quien estudia los reptiles) y doctor en Farmacología de la Universidad de Chile, Félix Urra, explicó: «Tiene características que han permitido su propagación, ya que es muy buen polizonte. Sus huevos son resistentes a la desecación y al agua salada».

«También se reproduce por partenogénesis, es decir, la hembra no necesita de un macho para fecundar los huevos. Además, se adapta muy bien a los ambientes en que vive el hombre», señaló. Debido a esto no es errado pensar que pudiera reproducirse en Santiago, agregó.

Fue el mismo Urra quien encontró un gecko enlutado en 2018 en la capital. «Por el área en que lo encontré, supongo que acompañó a un turista que luego se alojó en alguno de los muchos hoteles de la zona», dijo.

El ejemplar fue depositado en la Colección de Flora y Fauna Profesor Patricio Sánchez Reyes, de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Católica.

El director, Eduardo Palma, advirtió: «Como toda especie invasora, compite con la fauna existente por territorio y recursos, por lo que es bueno monitorear su propagación«. Eso sí, hasta el momento no han encontrado más ejemplares.

Gecko del Mediterráneo

De igual forma, hay otra especie de gecko ya está instalada en la capital desde hace años: el gecko del mediterráneo, cuyo nombre científico es tarentola mauritanica.

En 2005, cuando hacían la extensión de la Línea 2 del Metro, unos trabajadores encontraron un ejemplar en la estación Lo Ovalle, y lo llevaron Museo Nacional de Historia Natural.

«Quedé pegado en el techo cuando lo vi», expresó Herman Núñez, quien trabajaba en el museo en la época.

Se cree que esta especie de gecko viajó en los vagones importados desde Francia hacia nuestro país.

Desde 2014 una población vive en un sitio eriazo en las cercanías de Ciudad del Niño, comuna de San Miguel, y en 2016 se reportó otra colonia viviendo en la Comunidad Ecológica de Peñalolén.

«Hasta el momento no se ha investigado su impacto en los ecosistemas, pero hay que estar atentos. Ya sabemos lo que pasó cuando en 1973 llegó una avispa germánica, que ahora conocemos como chaqueta amarilla», concluyó Núñez.