VIDEO. “El reggaetón habla del miedo de los hombres a perder el dominio erótico de las mujeres”
Mercedes Liska y Natalia Bieletto analizan el impacto de la música urbana en el feminismo a raíz del libro “Mi culo es mío: Mujeres que bailan como se les canta”.

ADN
El reguetón ha sido objeto de debate dentro del feminismo. Si bien ha sido criticado por su carga misógina, también ha servido como una herramienta de empoderamiento para muchas mujeres.
Así lo plantean la musicóloga Mercedes Liska y Natalia Bieletto, esta última, autora del libro Mi culo es mío: Mujeres que bailan como se les canta, quienes reflexionaron sobre la transformación de la música y el papel del baile como una forma de resistencia y reivindicación de los cuerpos femeninos.
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En conversación con Ciudadano ADN, la escritora destacó que el reggaetón no puede analizarse únicamente desde sus letras, sino como una práctica cultural más amplia.
“La música urbana femenina ha crecido en los últimos 10 a 15 años en diálogo con el movimiento feminista, pero también ha desafiado sus propios límites”, afirmó la autora.
Según la investigadora argentina, el reggaetón es un reflejo de la lucha por la autonomía erótica de las mujeres. “Este género está subrepticiamente hablando del miedo de los varones a la pérdida del dominio erótico de las mujeres”, sostuvo Liska, explicando que la hipersexualización en la música urbana no necesariamente es cosificación, sino una reapropiación del deseo y la expresión corporal.
La complejidad del género
Por su parte, Natalia Bieletto planteó que la música popular ha sido históricamente desvalorizada por sus orígenes populares y no elitistas. “Se ha criticado al reggaetón por la supuesta pobreza de sus letras, pero si lo analizamos desde la práctica de baile y sociabilidad, podemos ver su complejidad y su papel en la formación de identidades”, explicó.
Además, destacó la importancia del método etnográfico en su investigación, señalando que el baile urbano y el twerking no solo han sido apropiados por el feminismo, sino también por movimientos queer. “El placer que produce el bailar, incluso en solitario, ya es una forma de resistencia y reivindicación”, afirmó.

La musicóloga Natalia Bieletto y la autora Mercedes Liska.
“Una constante en la historia”
Ambas autoras coincidieron en que la música y el baile han sido históricamente espacios de regulación del cuerpo femenino. “El juicio moral hacia las mujeres que bailan de manera sensual es una constante en la historia. Aún hoy, cuando se informa sobre agresiones o femicidios, se menciona si la víctima salía de noche o bailaba de cierta manera, como si eso justificara la violencia”, argumentó Liska.
El libro Mi culo es mío busca desentrañar estos discursos y evidenciar cómo la música y el baile han servido no solo para expresar la sexualidad femenina, sino también para desafiar las normas de género. “Lo importante no es invisibilizar los cuerpos para evitar la violencia, sino resignificarlos en el espacio público con autonomía”, concluyó Bieletto.
Las autoras presentarán su libro en el Auditorio de la Universidad Mayor y participarán en un conversatorio sobre mujeres en la industria musical en la Universidad Alberto Hurtado.