Excirujano confiesa haber abusado y violado a más de 300 niños en Francia: “Era adicto a todo lo relacionado con la pederastia”
El acusado admitió, tras su detención, haber llevado a cabo todo lo que había escrito en su diario, donde relataba cada uno de los hechos.

Durante este lunes, en el tribunal de Vannes, en Bretaña, Francia, se llevó a cabo el primer interrogatorio a Joël Le Scouarnec, acusado de haber abusado de al menos 299 víctimas, en su mayoría menores de edad.
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En su declaración, el excirujano reconoció haber llevado una doble vida: “Tenía una vida social, familiar y profesional, pero, aparte de eso, una vida pederasta (…). Pasaba muchísimo tiempo satisfaciendo mis deseos (…). Era adicto a todo lo que pudiera estar relacionado con la pederastia”.
Las acusaciones en su contra están respaldadas por diarios personales en los que detallaba los abusos cometidos contra pacientes que se encontraban bajo los efectos de la anestesia o en procesos pre y postoperatorios. El oficial Sylvain Boissinot, a cargo de la investigación, declaró que el acusado admitió, tras su detención, haber llevado a cabo todo lo que había escrito.
Además, en sus dispositivos se encontraron imágenes que evidencian múltiples parafilias, entre ellas zoofilia, junto con material de extrema violencia, como decapitaciones y ahorcamientos. Otro investigador, Benoit Bordenave, describió los escritos del acusado como impactantes, mientras que la abogada de varias víctimas señaló que entre los textos había cuentos y poesías con contenido pederasta.
“Sentí la necesidad de ver a un psicólogo”
Le Scouarnec relató que nunca fue víctima de agresiones sexuales en su infancia, descartando así que su conducta fuera consecuencia de experiencias previas. “Cuando estaba en mi burbuja pedófila, solo veía al niño como un objeto de mi deseo”, declaró, aunque aseguró que actualmente su impulso pederasta ha desaparecido.
También expresó su comprensión por la condena de 15 años de reclusión impuesta en 2020 por la Corte de lo Penal de Charente-Maritime, en Saintes, por la violación de sus sobrinas, de una paciente de cuatro años y de otra menor vecina.
En prisión, afirmó haber tomado conciencia de sus actos y buscado ayuda psicológica. “Sentí la necesidad de ver a un psicólogo”, explicó, añadiendo que intentó comprender las razones detrás de su comportamiento, aunque no encontró una respuesta.
También reconoció haber perdido todo sentido moral y describió la facilidad con la que se accede a material de explotación infantil en internet, mencionando que, tras su primera condena en 2005, evitó utilizar su tarjeta bancaria para adquirirlo.
Le Scouarnec pasó sus últimos años en aislamiento, tras separarse de su esposa, y reconoció haber enfrentado dificultades económicas debido a créditos con altos intereses, además de desarrollar una fuerte adicción al alcohol.
“No recibía a nadie o casi nadie. Me hundía en la negligencia. Había moho en mi casa. No quería cambiar de apartamento. Mi vida eran los sitios de pornografía infantil y la pederastia”, declaró. Su exesposa solicitó el divorcio definitivo tras su encarcelamiento y se quedó con la casa, mientras que él se comprometió a pagarle una suma mensual durante ocho años.
“Hice lo que mi padre hizo con mi hijo”
El juicio también abordará la historia familiar del acusado, marcada por agresiones sexuales e incesto. Su padre abusó de su nieto, mientras que él hizo lo mismo con sus sobrinas.
“Reproduje en múltiples niños lo que mi padre hizo con mi hijo”, admitió. Sobre su primera agresión, indicó que ocurrió con una sobrina que buscaba refugio en sus brazos, momento en que comenzó a tener gestos inapropiados con ella.
Sin embargo, negó que los abusos sufridos en su familia hayan influido en su conducta. “Cuando me convertí en pederasta, no sabía nada de esto. No veo cómo podría haberme afectado”, afirmó.
El proceso judicial, que se extenderá por cuatro meses, continuará con más testimonios y pruebas para esclarecer la magnitud de los delitos cometidos por Le Scouarnec.