¿Cuáles son las diferencias entre una rana y un sapo?
Aunque ambos comparten ciertas características, tienen adaptaciones únicas que les permiten sobrevivir en distintos hábitats y condiciones.
¿Cuáles son las diferencias entre una rana y un sapo? / anisah_priyadi
Las ranas y los sapos son dos de los anfibios más comunes en muchos ecosistemas, pero a pesar de su apariencia similar, existen varias diferencias clave que nos permiten distinguirlos.
Aunque ambos comparten ciertas características, como la necesidad de agua para reproducirse, tienen adaptaciones únicas que les permiten sobrevivir en distintos hábitats y condiciones.
Así que si alguna vez te has preguntado cómo diferenciar a una rana de un sapo, en ADN.cl te explicamos sus principales características.
¿Cuáles son las diferencias entre una rana y un sapo?
1. Piel: La gran diferencia visible
Una de las diferencias más evidentes entre ranas y sapos es la textura de su piel. Las ranas suelen tener la piel suave y húmeda, lo que les ayuda a mantenerse hidratadas y les permite respirar a través de ella. Su piel puede variar en colores brillantes y es generalmente más lisa.
Por otro lado, los sapos tienen una piel áspera, rugosa y seca, con una textura que parece más como una “cáscara” de cuero. Esta piel está adaptada para evitar la deshidratación, ya que los sapos pasan más tiempo en tierra firme y no dependen tanto del agua para sobrevivir.
2. Hábitat: ¿En qué lugares viven?
Aunque tanto ranas como sapos necesitan agua para reproducirse, su preferencia por los hábitats varía. Las ranas suelen ser más acuáticas y se encuentran en charcos, estanques o cuerpos de agua dulce donde pueden saltar y nadar con facilidad.
En cambio, los sapos pasan mucho más tiempo en tierra firme. Aunque también necesitan agua para reproducirse, se sienten más cómodos en bosques, jardines o áreas con vegetación densa, y solo se acercan al agua para poner sus huevos.
Rana / Paul Souders
3. Cuerpo: Diferencias en su forma
Las ranas tienen un cuerpo más delgado, esbelto y alargado, con patas traseras más largas y musculosas, ideales para el salto. Estas patas les permiten saltar grandes distancias y nadar con agilidad.
En contraste, los sapos tienen un cuerpo más robusto, ancho y corto, con patas traseras más cortas y gruesas. Su forma está adaptada a caminar más que a saltar, aunque también pueden dar saltos cortos cuando es necesario.
4. Comportamiento: Saltar vs. Caminar
Las ranas son conocidas por sus saltos largos y rápidos. Las patas traseras largas y musculosas les permiten impulsarse de manera efectiva para saltar grandes distancias, lo que es una de sus principales formas de locomoción.
Los sapos, por su parte, son más lentos y prefieren caminar o arrastrarse. Aunque también pueden saltar, sus saltos son más cortos y menos frecuentes que los de las ranas. Su comportamiento más pausado está relacionado con su estilo de vida terrestre.
5. Reproducción: Diferencias en la puesta de huevos
Cuando se trata de reproducción, tanto ranas como sapos dependen del agua, pero tienen diferencias en cómo depositan sus huevos. Las ranas suelen poner sus huevos en racimos o masas gelatinosas flotantes en el agua, mientras que los sapos colocan sus huevos en largas cadenas que se agrupan a lo largo de la orilla.
6. Sonidos: ¿Cómo se comunican?
Tanto ranas como sapos emiten sonidos para atraer a sus parejas o para defender su territorio, pero los sonidos de las ranas suelen ser más melodiosos y suaves. Las ranas emiten croares o llamadas que pueden ser más musicales y tienen una variedad de tonos.
Los sapos, en cambio, emiten un croar más grave y áspero, que no es tan melodioso como el de las ranas. Este sonido suele ser más áspero y se percibe como un “croac” profundo.
7. Tamaño y color
En cuanto a tamaño, las ranas tienden a ser más grandes y de colores más vibrantes, mientras que los sapos suelen ser más pequeños y de colores más apagados, como verdes, marrones o grisáceos, lo que les ayuda a camuflarse en su entorno.
Sapo / MarkBridger
